Un total de 1.115 calderones o ballenas piloto, como son llamados comúnmente, han sido masacrados en las islas Feroe (Atlántico Norte) en lo que va de este año, hecho que se convierte en la matanza de ballenas más grande del mundo.
Organizaciones ambientalistas y de bienestar animal, como la Sociedad Mundial para la Protección Animal (WSPA), están tremendamente preocupadas acerca del crecimiento de estas cacerías, ya que en 2010 se ha dado muerte a más ballenas que en cualquier otro año desde 1996 y aún más de estos animales podrían ser muertos antes del final del año. El promedio de los últimos diez años había sido 627 ballenas piloto.
A pesar de que el gobierno argumenta lo contrario, la televisión de las Islas Feroe muestra claramente que los métodos brutales usados para matar a las ballenas no han mejorado y tienen el potencial de infligir un tremendo sufrimiento a las ballenas.
Joanna Toole, gerente del programa de mamíferos marinos de la Sociedad Mundial para la Protección Animal, dijo: -El caos de dar muerte a grandes grupos de estas ballenas inteligentes y sociales resulta inevitablemente en una crueldad impresionante. Es completamente inaceptable que una comunidad tan moderna esté matando más de 1.100 ballenas de esta manera.-
Las autoridades Feroeses no han dado indicación de por qué tantas ballenas han sido muertas este año. Según Jennifer Lonsdale, directora de la Agencia de Investigación Ambiental (EIA), las cacerías de 2010 han producido cerca de 550 toneladas de carne de ballena, lo cual equivaldría a 11kg por habitante, incluyendo bebés.
Durante las dos décadas pasadas, investigaciones han recomendado el no consumo de ballenas piloto debido a ciertos riesgos. El gobierno Feroés ha dicho que está evaluando esos hallazgos, pero mientras tanto aconseja que los consumidores se guíen por las recomendaciones emitidas previamente de que sólo se debe consumir una o dos comidas al mes que contengan carne de ballena piloto y que las mujeres embarazadas o en proceso de estarlo no deben consumirla.
Luis Carlos Sarmiento, director regional de la WSPA para Suramérica, dijo: lo anterior no sólo demuestra que se está pasando por alto la terrible crueldad infligida a las ballenas y que tantos en el mundo repudiamos, sino que también hay un grave riesgo a la salud de los consumidores, aumentando las razones para detener estas matanzas.-