El Banco de la República presenta en la Feria del Libro de Bogotá (Filbo) esta publicación, que ofrece una visión multidisciplinar sobre cómo nos relacionamos con el río e invita a pensar sobre este recurso como territorio de vida.
BOGOTÁ D.C.- El Río: territorios posibles, un proyecto nacional de la Subgerencia Cultural del Banco de la República busca, que tiene prólogo de Wade Davis y un ensayo visual del artista colombiano Alberto Barava, trabaja a través de tres preguntas: ¿cómo se vive el río? ¿cómo se narra el río? y ¿cuáles son los desafíos de los ríos?
En respuesta a la primera pregunta, “queremos entender el río como territorio vivo, por medio del cual se tejen relaciones diversas. En este eje reconocemos y analizamos la importancia de los ríos como generadores de procesos sociales, culturales y productivos. Nos interesa explorar las diversas voces de los actores que viven junto con los ríos”, reseña el Banco de la República.
En la segunda, “queremos reflexionar a los ríos como narradores, que engloba la amplia riqueza literaria y artística alrededor de los ríos. En este eje nos concentramos en rastrear cómo se cuentan los ríos desde diferentes disciplinas, pero que además nos permite entender al río desde la diversidad cultural”.
Y en el tercer interrogante, más allá de una visión nostálgica queremos reflexionar y debatir sobre las acciones que debemos emprender como ciudadanos para conservar y preservar los ríos. En este eje nos ubicamos en el centro de la discusión de los planes, programas, proyectos y perspectivas que involucran a los ríos del país y que determinarán nuestro horizonte de cara a los tiempos venideros.
El Río: territorios posibles tiene una amplia programación académica en las 29 ciudades en las que el Banco de la República tiene presencia y además desarrolla constatemente contenidos culturales para que puedan ser usados por gestores culturales, mediadores y las comunidades para continuar la reflexión sobre sus ríos.
Hay muchos lugares para anclar la historia de lo que somos en el río Magdalena: los testigos primigenios de San Agustín, los viajeros y conquistas que trazaron el mapa de la patria, las relaciones vitales y culturales alimentadas por su cuenca, su geografía determinante, el dolor y destrucción que carga su cauce.
Con la certeza de que el río Magdalena es un patrimonio colectivo y de que en su recuperación –como propone Wade Davis– se cifra una opción de país, en la Filbo se presenta este libro al Magdalena como protagonista central del proyecto cultural El río: territorios posibles impulsado por la Subgerencia Cultural del Banco de la República.
Interacciones con la naturaleza
En la presentación de la obra, Ángela Pérez Mejía, subgerente Cultural del Banco de la República, señala que “la decisión de emprender este viaje ribereño parte de la necesidad de entender que nuestras interacciones con la naturaleza, en particular con estos cuerpos de agua, requieren reflexiones y acciones desde múltiples saberes que nos ayuden a entender que humanos y no-humanos dependemos del mismo entorno vital.
Este libro inició con la intención de reunir la cartografía histórica del río Magdalena, pero fue desbordando esos límites iniciales para acercarse a un mapa complejo en el que se sobreponen muchos trazos, recuerda.
“Sabíamos que el hilo conductor, o como dice uno de nuestros autores: la cinta transportadora, sería el río, pero cada uno de los académicos y escritores invitados fueron ejerciendo la libertad de narrar desde su propia orilla. Al final, llegó un artista que nos sorprendió con sus trazos contemporáneos que, de alguna manera, entretejen todos los relatos”, menciona.
Autores coloombianos
El libro reúne seis artículos de autores colombianos que profundizan en algún aspecto del río desde sus disciplinas. Juan Darío Restrepo muestra el contexto geológico del río desde su nacimiento hasta sus desembocaduras y nos regala un relato mágico sobre su color. Sonia Archila cuenta cómo las culturas prehispánicas materializaron su relación con el río en las cuencas alta, media y baja. Efraín Sánchez muestra el río cartografiado e imaginado a través de la historia. Mónica Espinosa revive las heridas del río con sus recuerdos de infancia, las memorias de Manuel Quintín Lame y la metáfora del río de sangre y lágrimas. Andrés Ospina crea las memorias de míster Sutcliffe para recordar el oficio de los bogas e imaginar la textura de sus vidas. Germán Ferro, a través de catorce preceptos, nos permite entender el Magdalena como un río-mundo y resignificar nuestra relación con él.
A manera de prólogo, Wade Davis nos entrega su visión sobre lo que es el río Magdalena para el país. La dimensión visual del libro es Fábulas del Magdalena, ilustraciones y textos de Alberto Baraya que hacen evidente la paradoja histórica y cultural que el río arrastra.
Río Magdalena: territorios posibles es sobre todo un proceso continuo de retroalimentación entre las editoras Sandra Concha y Ana María Camargo, los autores y los artistas que consiguió un paisaje narrado desde múltiples voces y que da cuenta de la complejidad del río Magdalena. El diseñador Juan Pablo Fajardo, además de dar forma a este libro, estrena aquí la tipografía Blaa creada por él y que esperamos muchos sigan usando.
Como tantas otras cosas que hacemos, este libro es un pretexto, un afán de alimentar los lazos afectivos y humanos con la naturaleza para invitar a cada uno a ser el cambio que queremos ver en el río y conseguir que sea un territorio posible para todos, concluye la funcionaria.