Bogotá, Octubre 12 de 2011.- Con indignación, la Alta Consejera presidencial Sandra Bessudo, ex directora de la Fundación Malpelo, le pidió al Ministerio de Relaciones Exteriores que solicite a las autoridades de Costa Rica una acción conjunta en la frontera, pera evitar que barcos pesqueros de ese país sigan matando tiburones en aguas colombianas.
De acuerdo con las últimas noticias, alrededor de 2.000 tiburones fueron cazados, luego de lo cual les cortaron las aletas para comercializarlos en el mercado asiático.
En declaraciones radiales, la Alta Consejera Presidencial manifestó que buzos rusos reportron que no menos de 10 barcos pesqueros con bandera de Costa Rica fuero observados en el Pacífico.
"Me ha llegado un reporte, realmente alucinante, de unos buzos que llegaron desde Rusia para observar las grandes concentraciones de tiburones en (la isla de) Malpelo, y se han encontrado con gran cantidad de pesqueros entrando a la zona de manera ilegal", dijo Bessudo a periodistas de la W.
Según la funcionaria, encargada de los temas ambientales, "los buzos que querían ver los tiburones con vida, se encontraron con un desastre y es que 10 barcos de bandera costarricense ingresaron ilegalmente, no sólo a aguas colombianas, sino específicamente al santuario de Malpelo a realizar sus faenas de pesca".
"Esto es un desastre. Los buzos encontraron kilómetros y kilómetros de líneas de pesca enredadas en el fondo, y obviamente el daño ambiental es total", advirtió Bessudo.
La Armada colombiana tenía disponibles para la vigilancia de la zona dos buques, pero según la funcionaria "infortunadamente sufrieron unas averías y están siendo reparados en puerto", lo que fue aprovechado "para que estos barcos de bandera costarricense entraran ilegalmente".
"Tenemos los nombres de tres de las 10 embarcaciones y estamos iniciando los trámites a través de Cancillería para denunciar el hecho ante las autoridades de Costa Rica", agregó.
Las aletas de tiburón son el insumo para una costosa sopa que se vende especialmente en los mercados asiáticos, y el costo de un kilo de ese producto oscila entre los 20 y los 40 dólares en Colombia o Panamá.
No es la primera vez que pesqueros costarricenses son sorprendidos en aguas colombianas dedicados a la caza ilegal de tiburones.