El avance de las llamas logró finalmente ser controlado con la llegada de tres helicópteros con cargamentos de agua, poniéndole así fin al incendio que destruyó entre 300 y 400 hectáreas según un reporte preliminar.
Habitantes de la ciudad como Juan Acuña, destacaron la solidaridad de la comunidad y la acción de las autoridades locales, lo que hizo posible llamar la atención para contrarrestar el avance de las llamas.
Aunque todavía no se tiene un balance oficial, se dijo inicialmente que, al parecer, el incendio se originó por una quema de basura que ante el viento y la intensa sequía desató la alarmante conflagración.
De acuerdo con Andrés Pinzón, las llamas se originaron cerca al peaje ubicado en el municipio de Sáchica.
Los habitantes de Villa de Leyva no salen de la preocupación que les generan los incendios. El propio alcalde, Fabián Camilo Igua, informó que en la noche del martes fueron evacuados los residentes del sector en el que está ubicado el cerro San Marcos de la vereda Ritoque.
Durante el incendio se generaron dos líneas de fuego que rápidamente superaron los cinco kilómetros cada una, en la parte alta y en la parte baja del cerro.
El sector en el que avanzó la conflagración tenía varios bosques de eucalipto y pino, a menos de un kilómetro del Santuario de Flora y Fauna de Iguaque.
Hace cuatro años un incendio similar que comenzó el 4 de febrero, en apenas seis días redujo a cenizas 1.225 hectáreas de vegetación nativa en esa reserva natural.
Autoridades regionales informaron que hay otros incendios en los municipios boyacenses de Corrales, Gachantivá, Sáchica, Floresta, Motavita y Ráquira, que han reducido a cenizas 27 hectáreas de bosques nativos.
Juana Acuña, habitante de Villa de Leyva, se mostró confiada en que las autoridades locales y los organismos ambientales diseñarán un plan de recuperación de la vegetación perdida en los cerros.
De igual manera, llamó la atención sobre la necesidad de trazas planes preventivos para evitar daños tan drásticos a la vegetación nativa de la región.
