Como compensación a las actividades mineras, se plantaron 3.200 árboles nativos como trompetos, alisos, cedros, sangregados y chicalás en Ciudad Bolívar, con el fin de generar conciencia ecológica entre los fabricantes de ladrillos y materiales de Construcción.
BOGOTÁ. D.C.- Por iniciativa de la Asociación Nacional de Fabricantes de Ladrillos y Materiales de Construcción (Anafalco) en asocio con la Corporación Ambiental Empresarial (CAEM), filial de la Cámara de Comercio de Bogotá), se plantaron 3.200 árboles nativos entre trompetos, alisos, cedros, sangregados y chicalás, en la zona conocida como Piedra del Mohán, en Mochuelo Bajo, en la localidad de Ciudad Bolívar.
En la creación del primer bosque empresarial de Bogotá participaron 20 niños de la comunidad, juntas de acción comunal, la CAR Cundinamarca y la Secretaría Distrital de Ambiente.
Según Anafalco, el bosque nace como una meta ambiental de compensación a las actividades mineras realizadas por la organización y que tiene como fin adicional, generar conciencia ecológica entre los empresarios que componen esta asociación, que son más de 30, así como en los trabajadores, el sector industrial y la comunidad”.
Para el presidente de la Asociación, Marco Antonio Suárez, es claro que deben llevar a cabo compensaciones ambientales debido a su actividad industrial como lo indica la Ley, pero afirma que “buscamos el bienestar de la zona, respirar un aire puro y ayudar a que el país siga avanzando en procesos de descontaminación. Es una muestra de todo lo que está haciendo Anafalco en bien del ambiente”.
Fabiola Suárez, directora de CAEM, celebró el hecho e indicó que esta “es una acción de responsabilidad social ambiental empresarial significativa, no solamente por las más de 30 empresas que están apoyando la iniciativa, sino también por la inclusión de la comunidad y los diferentes actores de la zona”. La representante hizo un llamado a los demás empresarios y gremios, para realizar más acciones de restauración en toda la región.
Bernardo Cañón, líder del programa de Producción Más Limpia y Negocios Verdes de la CAR Cundinamarca, resaltó la inclusión en el proyecto de las juntas de acción comunal y de los habitantes de las veredas vecinas por parte de Anafalco.
La Corporación, además del ejercicio de autoridad que ejerce en la zona, ha acompañado y promocionado la gestión ambiental empresarial a través de una agenda sectorial suscrita con Anafalco, y que busca promover acciones de producción más limpia, uso eficiente de energía y agua, manejo adecuado de residuos, entre otros, que les permite a ir más allá y destacarse en su ejercicio productivo.
Finalmente, Casilda Rodríguez, habitante de la frontera entre las veredas de Quiba y Mochuelo, además vecina del predio donde se sembraron los árboles, calificó la acción como “muy buena y con excelente proyección, porque los árboles son vida y mantienen limpio el ambiente”.
El convenio contempla que se asegure, por tres años, que todos los árboles plantados logren un crecimiento adecuado que garantice la consolidación del bosque.