Bogotá, junio 17 de 2010.- Con un collar en su cuello, hace pocos días cuatro monos de la especie tití gris fueron trasladados del Centro de Recepción de Fauna Silvestre de la Secretaría de Ambiente, al municipio de Armero.
Allí se empezará a estudiar el comportamiento de estos monos en proceso de liberación, para lo cual la Secretaría de Ambiente y la UDCA, adquirieron un equipo de telemetría y radiolocalizadores, que les permitirá establecer la ubicación, los sitios predilectos, la sobrevivencia, la estabilidad y las zonas de alimento de estos animales.
Actualmente, el primer grupo de estudio, conformado por una hembra (la líder alfa) y tres machos, están en etapa de preliberación; es decir, se encuentran en una jaula ubicada en terrenos de la Corporación Autónoma Regional del Tolima (Cortolima), cerca a la ciudad tolimense de Armero. En ese lugar permanecerán por un mes, antes de ser liberados en un bosque húmedo del departamento. En este período se analizará el comportamiento en un clima ajeno a Bogotá, ya que pasaron meses en la capital del país.
La jaula, de 48 metros cuadrados, será vigilada por dos biólogos. También se instalarán varias cámaras de seguridad para monitorear su evolución.
Pasado el mes de estudio, la SDA determinará el día de la liberación, y empezará el seguimiento por telemetría. En este proyecto, la SDA invirtió cerca de $32 millones, sólo en el primer grupo.
Estos cuatro primates no serán los únicos beneficiados. Según el director de la SDA, Juan Antonio Nieto Escalante, el ideal es lograr liberar y estudiar los 45 ejemplares de mono tití gris que actualmente están en el Centro de Fauna, los cuales fueron decomisados en sitios de comercialización ilegal de fauna silvestre.
De selección en selección
Al llegar al Centro de Fauna, todos los titíes entran en un tiempo de cuarentena, informó la SDA en un comunicado de prensa. Luego de ser evaluados por los especialistas, éstos eligen a los que se encuentren en mejor condición corporal y biológicamente activos.
“El ideal es ir liberando grupos familiares, es decir una hembra y tres machos, para que puedan reproducirse con mayor facilidad en su ambiente natural”, apuntó Nieto Escalante.
Los primates que no se agredan entre sí y que no compitan por el alimento, serán los primeros liberados; es decir, se les instalan los transmisores y collares. El resto tendrá que pasar otro periodo en el centro de fauna y mejorar su conducta.
El viaje a Cortolima se da 15 días después de la instalación de los aparatos. Allí regresan a una jaula, en donde son observados por un mes.
Los habitantes de la zona recibirán talleres sobre la importancia de la protección de esta especie, el compromiso de cuidarlos y la creación de un grupo ecológico que lidere el proyecto en la zona.
Las autoridades definirán el día de la liberación, para empezar con la telemetría y los resultados obtenidos serán publicados entre la SDA y la UDCA.
“También vamos a gestionar las liberaciones con Corpocaldas. Dentro de nuestras metas es que por lo menos el 80% de los animales que estuvieron en cautiverio sobrevivan a la liberación”, puntualizó el Secretario de Ambiente.
Tití blanco: una especie amenazada
Según los libros rojos de mamíferos amenazados en Colombia, el tití blanco se encuentra dentro de esta categoría.
Este tití sólo se ve en Colombia, es decir, es endémico. Su hábitat va desde el bajo Cauca hasta Mariquita. Habitan en bosques húmedos y secos, con temperaturas promedio de 28 grados centígrados.
Los traficantes de fauna hacen su agosto con estos animales en vacaciones de mitad y final de año. Los cazadores actúan por encargo, se distribuyen por diferentes regiones capturando y acopiando titíes para enviarlos a los centros de comercialización de las grandes ciudades.
Estos primates son transportados en flotas o taxis que cargan en las carreteras o la salida de sitios poblados. Son empacados en pequeñas cajas de madera o cartón, que camuflan en los maleteros de los buses. Debido a la deshidratación y al estrés del viaje, un alto porcentaje de titíes muere.