BOGOTÁ D.C. Noviembre de 2015. La vida útil del jabón en un hotel es de un día, pues ya utilizado debe ser desechado, así está prácticamente completo.
¿Cuántos jabones sobrantes deja la industria hotelera en Colombia cada día?
No existen cifras exactas, pero son cientos o miles, por lo que surgen preguntas, como: ¿qué hacer con ellos? ¿cómo manejarlos para que no formen parte de la cadena de desechos que contaminen vertientes de los ríos, quebradas, riachuelos, etc., o, por qué no reutilizarlos por personas o industrias que tras un proceso se encarguen de convertiros en algo?
De esos interrogantes surgió la idea de la directora del EK Hotel, María Mónica Giraldo, de pedirle a las diferentes divisiones que buscaran alternativas. Una de ellas fue hacer velas y entre funcionarios y empleados se comenzó a trabajar la idea utilizando los jabones, pero ninguna de ellas prendía.
El siguiente paso fue pensar a quién encargarle la fabricación de las velas y se acordó entregarle el proyecto a una fundación.
Luego de la convocatoria se escogió a la Fundación San Nicolás de Tolentino, que sin pensar que les iban a "poner todo en la mano", como se dice comúnmente, echaron a rodar el proyecto hasta que lo hicieron realidad dándole formas a las velas, así como colores y aromas
La Fundación San Nicolás de Tolentino funciona en la localidad de Soacha y tiene como misión apoyar a la comunidad con discapacidad visual, a través del deporte.
Jhon Jairo Velásco Correa, uno de los directivos de esta organización, sin ocultar la alegría que le produjo su alianza con EK Hotel, contó que las velas son fabricadas por un equipo de cinco invidentes que han desarrollado una habilidad increíble, bajo la coordinación de un vidente, quien tiene otra discapacidad.
Velasco dijo que hace poco recibió a una comisión de empleados del hotel que fueron hasta Soacha a socializar el proyecto y a compartir la experiencia que tiene decididos impulsadores como Fabio Parra, jefe de seguridad del Hotel, quien se comprometió con el programa a fin de ser facilitador de la Fundación para el engranaje de la producción de las velas.
Hoy, hacer velas con los jabones sobrantes del Hotel, se volviió realidad, lo cual le está dando ingresos adicionales a la Fundación Nicolás de Tolentino y se ha convertido en una actividad creativa adicional para los invidentes.
La iniciativa del proyecto, apoyado por la dirección de sostenibilidad de la cadena Germán Morales e Hijos, se extenderá a los otros hoteles de la organización.