Aproximadamente 110 metros cúbicos de madera, que equivalen a cerca de 11 camiones cargados de especies nativas, fueron incautados por la fuerza pública y autoridades del municipio de Cabuyaro.
VILLAVICENCIO.- Por medio de un trabajo conjunto con la Policía Nacional, Cormacarena realizó el más grande decomiso de madera en los últimos 10 años, en inmediaciones de la vereda Pirigua, donde se incautó un cargamento equivalente a la tala de 1.700 árboles de las especies nativas de yopo, caucho, macano, cañofisto, entre otras, que son objeto de protección por parte de la Corporación Ambiental.
Este hallazgo permitió establecer que el área afectada fue de 13 hectáreas, las cuales pertenecen a zona de escorrentía del caño Tirriamar, lo cual afecta también el hábitat de especies nativas, la biodiversidad y el suelo de estos ecosistemas, que ayudan a combartir el cambio climático, ya que evita la fijación de dióxido de carbono (CO2).
En un comunicado oficial, Cormacarena anunció que duplicará sus esfuerzos para continuar con los procesos de verificación y control a la tala indiscriminada, articulando las acciones que sean necesarias para combatir este delito que atenta al equilibrio de los ecosistemas y fomenta la extinción de las especies animales y vegetales de la región.
Asimismo, advierte a las personas que realizan actividades de aserrar, conducir o transportar madera, solicitar los permisos respectivos a la autoridad para que no se vean inmersos en delitos judiciales.
La Corporación Ambiental reiteró su invitación a la comunidad en general, para que denuncie cualquier afectación ambiental comunicándose a la línea 314 295 9081 o a través de las redes sociales Twitter, Facebook e Instagram como @Cormacarena.
En el pais, el bosque natural cubre 52% de la superficie territorial, distribuido principalmente en las regiones de Amazonía y Pacífico, y el 63% hace parte de los territorios de comunidades étnicas, según lo registra un documento de Planeación Nacional de 2018.
De acuerdo con los registros del MADS, existen 74 Planes de ordenación forestal (POF) formulados, de los cuales 19 están aprobados. Por otro lado, la mayoría de este recurso presenta dificultades de acceso, en condiciones de legalidad y sostenibilidad, por falta de información sobre su estado, falta de infraestructura vial y complejidad en los procesos administrativos.
El aprovechamiento del bosque natural en Colombia presenta muy baja tecnificación, altos niveles de informalidad y de ilegalidad; el número de especies forestales comercializadas es mayor a 2005 , incluso algunos registros oficiales reportan más de 500 especies aprovechadas , aunque cerca del 70% del total de volumen comercializado se centra tan solo en 20 de estas especies.
La tasa de deforestación anual en Colombia ha venido aumentando, por ejemplo, en el arco noroccidental amazónico entre 2018 y 2019, cuando se vieron afectadas 98.842 hectáreas, representados en 15.431 parches que se divisan desde el aire. Los municipios de Cartagena del Chairá (18.513 ha), La Macarena (17.655 ha) y San José del Guaviare (17.351 ha) fueron los más críticos.
La tala ilegal de bosque natural se ha venido articulando con delitos como el narcotráfico, la siembra de cultivos ilícitos, extracción ilícita de minería y el tráfico de madera lo que incita a grupos ilegales a atentar constantemente contra los recursos naturales. Las operaciones ilegales en el sector forestal tienen lugar cuando se extrae, transporta, elabora, compra o vende madera, infringiendo leyes.
La tala y el tráfico ilegal de maderas constituyen un problema creciente que amenaza la subsistencia de varias especies, particularmente de aquellas con un alto valor comercial en los mercados nacionales e internacionales. Por tratarse de una actividad extractiva que implica bajas inversiones, la tala y tráfico ilegal se realizan tanto a gran escala como para satisfacer necesidades básicas y para proporcionar combustible a escala doméstica.
Sin embargo, la flagrante tala ilegal de bosque en regiones como la Amazonia y la región andina termina en expedientes sancionatorios ambientales cuyo trámite se encuentra a cargo de autoridades ambientales sin recursos financieros ni logísticos pero que además encuentran el cumplimiento de su objeto misional en la imposición de medidas preventivas y sanciones económicas que en la mayoría de los casos no son pagadas al Estado, señala un documento gubernamental.
Otro motivo por el cual se da la tala ilegal de bosque natural radica en que los grupos ilegales buscan financiamiento para sus actividades delictivas, lo cual se asocian con el delito del narcotráfico y la minería ilegal. Con respecto al narcotráfico, la Policía Nacional antinarcóticos en sus reportes, indica que actualmente se calcula que cada hectárea necesaria para la siembra de coca requiere la deforestación de 1.4 hectáreas de bosque, lo que significa que se están deforestando más o menos 120 hectáreas diarias de bosque natural en Colombia.