Campesinos de Sabanalarga, Antioquia, denuncian desalojo por cuenta del proyecto Hidroituango, que será inaugurado a finales del presente año.
MEDELLÍN.- Campesinos de Sabanalarga ven vulneradas sus vidas, sus viviendas y sus labores cotidianas, ante la caída indiscriminada de rocas y troncos, por la destrucción del bosque para la construcción del proyecto Hidroituango.
De acuerdo con los manifestantes, la protesta por este riesgo inició el miércoles 7 de febrero y vivió un momento de tensión el pasado lunes 12 de febrero cuando desde las 5 de la madrugada miembros del Esmad se ubicaron en las zonas altas y alrededor de las personas que protegían la entrada a la zona, para evitar que la maquinaria y los obreros siguieran talando el bosque.
“Hacia las 10 de la mañana, arribaron al sector más miembros de la fuerza pública y del ejército y se ubicaron frente a la escuela de niños y niñas de la vereda. Hacia el mediodía llegaron funcionarios de la Procuraduría, el ICBF y la gobernación de Antioquia, a quienes se les solicitó verificar mediante una misión, la situación de riesgo en el cañón del rio Cauca a causa de la caída de rocas y troncos y del riesgo que corre la vida de los barequeros, demás pobladores y animales de la región” explicaron los campesinos.
También manifiestan que el señor Guillermo Builes, vicepresidente de la Asociación de Barequeros de Sabanalarga y otros miembros de la Asociación, han recibido amenazas y tratos irrespetuosos por parte de funcionaros de Refocosta.
Ante la gravedad de los hechos, correspondientes a la excesiva presencia de fuerza policial y militar que amedrenta a las comunidades, de por sí ya afectadas por la construcción de Hidroituango, el movimiento Ríos Vivos alerta de manera temprana y urgente a la opinión pública, por el riesgo inminente a que están expuestos los pobladores que reclaman legitimo uso de sus derechos constitucionales, quienes son revictimizados por la fuerza pública, cada vez que intentan defender el bosque, el agua y sus vidas.
Hidroituango está considerada como la generadora más grande del país. El proyecto, según informan los inversores, está situado en el noroccidente del departamento de Antioquia, a unos 170 kilómetros de Medellín, ocupando predios de los municipios de Ituango y Briceño, en donde se localizan las obras principales. Otros municipios como Santa Fe de Antioquia, Buriticá, Peque, Liborina, Sabanalarga, Toledo, Olaya, San Andrés de Cuerquia, Valdivia y Yarumal, aportan predios para las diferentes obras del proyecto.