El misterio de los ataques que a la fecha ha dejado un saldo de 121 animales domésticos muertos en 11 municipios de Cundinamarca y Boyacá, ya empieza a esclarecerse, gracias a las imágenes captadas por cámaras trampa, que registraron entre 30 y 35 perros de diferentes razas merodeando por las zonas rurales, según reporte de la CAR.
BOGOTÁ, AGOSTO 3 de 2016.- El misterio de los ataques que a la fecha ha dejado un saldo de 121 animales domésticos muertos en 11 municipios de Cundinamarca y Boyacá, ya empieza a esclarecerse, gracias a las imágenes captadas por cámaras trampa, que registraron entre 30 y 35 perros de diferentes razas merodeando por las zonas rurales.
Las cámaras trampa, una herramienta científica que registra a través de grabaciones de alta resolución y de manera continua lo que sucede en zonas rurales de bosques o pastos con rastrojos, fueron instaladas en los límites de los sitios en los que se presentaron las agresiones denunciadas por campesinos.
Con estos aparatos, ubicados por la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca en varios puntos de los departamentos de Cundinamarca y Boyacá, con las que se hizo monitoreo continuo durante un mes, en las zonas rurales y periurbanas de los municipios de Chiquinquirá, Ubaté, Guacheta, Simijaca, Caldas, San Miguel y Guatavita.
Otros monitoreos realizados por la CAR con la misma herramienta, mostraron manadas de más de seis perros, como las registradas en el vídeo en el que una hembra y varios machos de color negro aparecen en la imágenes mostrando la realidad del fenómeno de los perros ferales y evidenciando que los casos coinciden con los sitios donde se han reportado los ataques.
Según la Dirección de Monitoreo, Modelamiento y Laboratorio Ambiental de la CAR, es pertinente precisar que en el monitoreo efectuado no se han registrado la presencia de otros animales como felinos (pumas o jaguares), osos, aves rapaces u otras especies, por lo que no es posible inferir que este tipo de animales puedan ser quienes hayan ocasionado esta problemática.
Los animales que fueron atacados, según la información colectada en campo se encontraban ubicados en zonas poco pobladas, por lo cual se concluye que las manadas de perros que fueron registradas por las cámaras en días pasados ocasionaron los ataques.
Ante las evidencias, la CAR rechaza las imágenes obtenidas de internet que algunos medios y personas han venido publicando en redes sociales y portales de noticias, atribuyendo los ataques a extrañas criaturas que no corresponde a la realidad e invita a las comunidades a proteger a sus perros domésticos, darles abrigo y alimentación y no dejarlos abandonados para evitar que integren manadas salvajes que ocasionan daños a los campesinos.
La CAR, igualmente, les recomendó a las comunidades que se abstengan de tomar acciones frente a estos animales. En caso de observar la presencia de los mismos, deben dar aviso inmediato a las autoridades municipales, señala el comunicado de prensa de la entidad ambiental.