Pese a que la humanidad depende de la buena salud de la Tierra para sobrevivir, la combinación tóxica de contaminación, caos climático y eliminación de la biodiversidad está convirtiendo suelos sanos en desiertos y ecosistemas prósperos en zonas muertas. Así lo advierte el secretario general de la ONU, Antonio Guterres. Colombia, entre los países con mayor biodiversidad, pero altamente vulnerable.
La pérdida de cosechas y la desaparición de fuentes de agua debilitan las economías y ponen en peligro las comunidades, en especial a las de menores recursos. Estas son apenas unas de las graves consecuencias que trae consigo la acción del hombre en contra de la naturaleza.
Al celebrarse hoy el Día Mundial del Medio Ambiente, que este año tiene como país anfitrión a Arabia Saudita, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, hace un llamado a los países para que cumplan con todos sus compromisos de restaurar las tierras y los ecosistemas degradados. "Deben aprovechar su nuevo plan nacional de acción por el clima para definir cómo detendrán y revertirán la deforestación de aquí a 2030. Además, debemos aumentar drásticamente la financiación para ayudar a los países en desarrollo a adaptarse a los fenómenos meteorológicos violentos, proteger la naturaleza y apoyar el desarrollo sostenible", señala en su mensaje.
Para el directivo, el desarrollo sostenible está sufriendo, al estar atrapados en un ciclo mortal: el uso de la tierra es responsable del 11 % de las emisiones de dióxido de carbono que calientan el planeta. "Es hora de salir de este ciclo", subraya.
"Somos la Generación de la Restauración. Construyamos juntos un futuro sostenible para la tierra y para la humanidad", es el mensaje del secretario general de la ONU.
Por su parte, Inger Andersen, directora ejecutiva del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), invitó a unirse al movimiento para restaurar la tierra, fortalecer la resiliencia a la sequía y combatir la desertificación, al advertir que la degradación de las tierras y la desertificación afectan a más de 3.000 millones de personas en el planeta
La directiva explicó que mediante la restauración de ecosistemas, se puede frenar la triple clisis planetaria: cambio climático, pérdida de biodiversidad y la de contaminación y desechos.
Desde 1973, el Día Mundial del Medio Ambiente es liderado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y ha servido para concienciar sobre problemas ecológicos críticos, desde el cambio climático hasta la contaminación por químicos. El Día del Medio Ambiente moviliza cada año a cientos de millones de personas dispuestas a tomar medidas para proteger el planeta.
Deforestación y pérdidas de biodiversidad, amenazas para Colombia
Colombia, considerado el segundo país más rico del mundo en diversidad de ecosistemas y de especies de flora y fauna, después de Brasil, y el primero en biodiversidad por kilómetro cuadrado, tiene una baja responsabilidad en la generación del cambio climático causado por los seres humanos, pero los impactos de este fenómeno lo están afectando.
Tal como lo recuerda Manuel Rodríguez, ex ministro de Ambiente y profesor emérito de la Universidad de los Andes, la primera causa mundial del cambio climático es la quema de combustibles fósiles (65% de las emisiones) y la segunda es la deforestación y usos del suelo que incluyen cultivos agrícolas y ganadería (26% de las emisiones). En ese sentido, destaca que Colombia es responsable del 0.58% de las emisiones de gases de efecto invernadero.
Para el experto, al cambio climático, la deforestación y la pérdida de la biodiversidad se adicionan otras amenazas ambientales globales que están poniendo en alto riesgo el bienestar futuro de la humanidad: la contaminación química, la desestabilización del ciclo del agua y de los ciclos biogeoquímicos del nitrógeno y del fósforo; el adelgazamiento de la capa de ozono; la acidificación del mar y el agotamiento de los suelos.
"La historia nos enseña que en Colombia es prioritario detener la deforestación y, en general, la destrucción de los diversos ecosistemas. Además, se debe frenar la contaminación de aguas, suelos y aire y adelantar programas masivos para la restauración ecológica", menciona el exministro en un artículo publicado en la serie de la revista Credencial Historia.
Cómo ayudar en la restauración
En una guía elaborada por Naciones Unidas para sugerir acciones que se pueden realizar a favor del planeta desde el Gobierno, el sector productivo, la ciencia y la sociedad en general, se mencionan entre otras recomendaciones que los gobiernos y el sector financiero promuevas la agricultura regenerativa para aumentar la producción de alimentos preservando los ecosistemas, reorienten las subvenciones agrícolas, forestales y pesqueras hacia prácticas sostenibles y explotaciones agrícolas a pequeña escala. Además, que garanticen un acceso más equitativo a las tierras, el agua, los créditos y los mercados para los pequeños agricultores y las comunidades marginadas e invertir en investigación y desarrollo para los sistemas alimentarios de los pueblos Indígenas con el fin de maximizar su potencial de aplicación.
Al sector agrícola le corresponde, entre otras acciones, desarrollar variedades de cultivos resilientes a las condiciones climáticas y otras medidas de adaptación para ayudar a los agricultores a mitigar los efectos de la sequía y el cambio climático, combinar la sabiduría tradicional de los pueblos indígenas con los avances científicos para desarrollar cultivos y métodos agrícolas sostenibles y escalables, adoptar técnicas agrícolas sostenibles utilizando variedades de cultivos tradicionales por su valor nutritivo, su resistencia a la sequía y a las plagas y su adaptación al cambio climático, así como reducir el desperdicio y la pérdida de alimentos en el comercio minorista y los servicios alimentarios para reducir el consumo de agua y las emisiones de carbono.
Por su parte,las escuelas, universidades, empresas, clubes sociales, sociedad civil y organizaciones religiosas pueden contribuir utilizando alimentos sostenibles y reduciendo el desperdicio de alimentos en cafeterías y eventos, compartir conocimientos sobre alimentos sostenibles, practicar la agricultura sostenible en huertos comunitarios, poner en marcha campañas de educación y concientización específicas para la juventud sobre la importancia de restaurar la tierra.
Las personas a nivel individual pueden apoyar a las marcas que se abastecen de materiales sostenibles, comprar productos locales para apoyar a las personas que cultivan en su región y reducir así las emisiones de gases de efecto invernadero, incluir en la dieta más alimentos que no perjudiquen al suelo, como lentejas, fríjoles y garbanzos, cambiar las dietas para que sean de origen regional, de temporada y de abundante diversidad de verduras.
Salvar el suelo es mucho más que la tierra que pisamos menciona la cartilla de Naciones Unidas, al detallar que se trata del hábitat más biodiverso del planeta, ya que casi el 60% de todas las especies del planeta viven en el suelo y se calcula que el 95% de nuestros alimentos se produce directa o indirectamente en el suelo.
En la guía se destaca que un suelo sano constituye el mayor reservorio de carbono terrestre y desempeña un papel vital en la mitigación del cambio climático al reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera. Cada cinco segundos, se erosiona una superficie de suelo equivalente a un campo de fútbol, debido al exceso de cultivos y pastos y a la tala de árboles. Sin embargo, se requieren 1.000 años para generar 3 centímetros de tierra vegetal (la capa más superficial del suelo).