Desde el programa Visión 30/30, la Asociación Nacional de Industrias, ANDI, lanzó guías para que los restaurantes puedan sacar provecho de sus residuos en el marco de la economía circular.
BOGOTÁ D.C.- Dos guías que contienen información para fomentar entre restaurantes y bares la implementación de buenas prácticas para la adecuada gestión integral de residuos sólidos (GIRS), así como herramientas técnicas y prácticas para que puedan realizar en forma eficiente este proceso fueron lanzadas por la ANDI, en el marco del proyecto Regenera.
Según la Asociación Colombiana de la Industria Gastronómica, Acodres, en Colombia existen más de 17.000 establecimientos dedicados a la gastronomía, así mismo se estima que cerca del 90 % de los residuos de alimentos generados por el sector de los restaurantes pueden reincorporarse a la economía, lo cual evidencia que existe un reto particular en el sector.
En ese sentido, los directivos de ANDI pusieron a disposición de los restaurantes y bares del país guías con herramientas para que puedan aumentar el aprovechamiento de residuos alimenticios y aprovechables, generar un impacto positivo en el medio ambiente y disminuir sus costos operativos.
Con la implementación y estandarización de estas prácticas a lo largo de todos los procesos de la cadena de valor de los restaurantes y bares, será posible medir los beneficios ambientales y económicos del aprovechamiento y facilitar la identificación del flujo de materiales y las tendencias del sector. Contar con esta información permitirá un mejor diseño de estrategias que impulse una transición más eficiente hacia un modelo de economía circular, señalan voceeros de la ANDI.
“El sector restaurador tiene el potencial de liderar un proceso significativo de transición hacia la economía circular en el país dada su magnitud y capilaridad. Para esto es necesario coordinar esfuerzos de tal manera que no solo se transformen los procesos al interior de los restaurantes o bares, sino también que esta transformación esté respaldada por la adopción de buenas prácticas de aprovechamiento por parte de los demás actores de la cadena de valor, como proveedores, consumidores, y gestores o población recicladora. Con este enfoque se podrá multiplicar los resultados y orientar el uso de la información para potenciar los impactos económicos, sociales y ambientales por parte de este sector” afirmó Mónica Villegas, gerente de Visión 30/30 de la ANDI.
Actualmente, algunos restaurantes afiliados a Visión 30/30 de la ANDI están implementando los procesos propuestos en las guías, como Juan Valdez,Frisby,Crepes & Waffles, ACO ( Papa Johns, El Corral, El Corral Gourmet, Leños y Carbón, Beer Station), CBC (Cali Mio, La Brasa Roja, Cali Vea). En este sentido, se han realizado capacitaciones para poner en práctica las herramientas de aprovechamiento y disminuir la cantidad de residuos generados en diferentes puntos de la cadena como en la compra de materias primas, envasado de alimentos para consumir en los establecimientos y entrega de domicilios, entro otros.
La ANDI asegura que con la edición de estas guías reafirma su compromiso de trabajar por la transición a la economía circular por medio de estrategias de reciclaje, reúso y reducción pensadas según las necesidades de cada sector. Con el proyecto Regenera se espera contribuir a la adecuada gestión de residuos del sector restaurador, contribuir a la disminución de desperdicio de alimentos y de los mismos costos, aportando a un modelo de economía circular referente en el país.
Desperdicio de alimentos afecta el clima
La pérdida y el desperdicio de alimentos que se da en los restaurantes, hogares y en otros escenarios, según la FAO, representan además entre el 8 % y el 10 % de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, lo que contribuye a un clima inestable y a fenómenos meteorológicos extremos como sequías e inundaciones. Estos cambios repercuten negativamente en el rendimiento de las cosechas, reducen potencialmente la calidad nutricional de los cultivos y provocan perturbaciones en la cadena de suministro.
Por tanto, dar prioridad a la reducción de la pérdida y el desperdicio de alimentos es fundamental para la transición hacia sistemas agroalimentarios sostenibles que hagan más eficiente el uso de los recursos naturales, disminuyan su repercusión en el planeta y garanticen la seguridad alimentaria y la nutrición.
“Necesitamos medidas colectivas a fin de ampliar los esfuerzos para reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos al tiempo que se limitan las emisiones de gases de efecto invernadero”, señaló el Sr. QU Dongyu, Director General de la FAO. “Sigamos trabajando juntos de forma eficiente, efectiva y coherente para aumentar la concienciación y poner fin a la pérdida y el desperdicio de alimentos. Por una población y un planeta sanos”.
La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible pide reducir a la mitad el desperdicio de alimentos per cápita mundial en la venta al por menor y a nivel de los consumidores y reducir las pérdidas de alimentos en las cadenas de producción y suministro, incluidas las pérdidas posteriores a la cosecha ―meta 12.3 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)―. Alcanzar esta meta tendría repercusiones significativas en la lucha contra el cambio climático, señala un informe de Naciones Unidas de 2022..