En el marco de la vigésimo séptima Conferencia de las Partes (COP 27) de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático, que inicia este domingo 6 de noviembre en Egipto, la delegación colombiana plantea un trabajo colectivo de los países amazónicos, con el fin de hacer un llamado al mundo sobre la importancia de conservar este ecosistema estratégico para la regulación climática. ¿Qué hay en juego en esta cumbre?
BOGOTÁ D.C.- "Llamaremos a todos los ministros de ambiente y mandatarios de los países amazónicos para formar un bloque amazónico con repercusión global. No solo es cooperación entre nosotros, sino que debemos unirnos para salvar ese gran recurso”.
Así se refirió la ministra de Ambiente, Susana Muhamad, a la participación de Colombia en la cumbre ambiental COP 27, que inicia este domingo en Egipto. La jefe de la cartera ambiental enfatizó que el mundo debe invertir colectivamente en aquellos puntos críticos del planeta y uno de estos, que reconoce hoy la ciencia, es precisamente la Amazonia. “Si llegamos a un punto de no retorno, la crisis climática tendrá un efecto global”, aseguró.
Con respecto al financiamiento climático precisó que “el llamado es a generar un sustancial aporte internacional que debe sumar aproximadamente US$400 millones anuales, con base en que ya Colombia pone el impuesto al carbono, que es permanente, como parte del proceso de restauración en los ecosistemas. El mundo debe invertir colectivamente en los puntos críticos del planeta”, advirtió y agregó que más allá del financiamiento, es importante la cooperación internacional en esos “puntos de acupuntura de regulación climática”, con el fin de que se salven con una inversión localizada que tiene incidencia global y prioritaria.
Según informó el Ministerio de Ambiente y Desarollo Sostenible, MADS, Colombia contará con un equipo especializado que liderará la posición nacional en las diferentes negociaciones y adicionalmente, se contará con un stand de país dispuesto a compartir con el mundo la visión y acciones climáticas que tienen las comunidades y el gobierno del presidente Gustavo Petro.
Así, dentro de la agenda de negociación que tiene el país se abordarán las siguientes apuestas:
- Cambio climático. Entendiendo que aún falta mucha ambición e implementación de acciones para mitigar el cambio climático a nivel global y cumplir con los objetivos del Acuerdo de París, Colombia hará un llamado para que los países aumenten la ambición de sus compromisos existentes en línea con lo que indica la ciencia, con el fin de incentivar un avance en la implementación de transformaciones sectoriales verdaderas a través de la adopción de un programa de trabajo estructurado con miras a limitar el aumento de la temperatura global.
- Género. En este punto, nuestro país buscará que en la COP27 el Plan de Acción de Género y Cambio Climático, sea una realidad y responda a las necesidades de las organizaciones ambientales de mujeres. Esto, luego de que Organizaciones de mujeres campesinas, indígenas y afrocolombianas de 18 departamentos del país que agrupan a más de 20.000 mujeres, definieran con el apoyo de MinAmbiente, la necesidad de que el país cuente con este Plan. Plataforma de Comunidades Locales y Pueblos Indígenas. En este aspecto, se buscará que las experiencias de las comunidades sean visibilizadas a través del trabajo que se realiza en esta plataforma, creada bajo la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático. Esta iniciativa fue estructurada, dado el papel fundamental que tienen los pueblos indígenas y las comunidades locales, para el logro de los objetivos del Acuerdo de París y la acción climática en los territorios.
- Adaptación. Colombia promoverá el fortalecimiento de la agenda de acción y apoyo en adaptación, especialmente en la implementación del Plan Nacional de Adaptación, que busca reducir la vulnerabilidad y mejorar la capacidad adaptativa del territorio.
- Pérdidas y Daños. Se defenderá el establecimiento de un fondo con recursos suficientes para prevenir, minimizar y abordar las pérdidas y los daños derivados de los impactos del cambio climático. De igual manera se busca la operación de la Red de Santiago que pondrá en contacto a los países más vulnerables con proveedores de asistencia técnica, conocimientos y recursos, para que puedan hacerles frente a los riesgos climáticos.
- Financiamiento climático. Dado que los países deben acordar de acá a 2024 qué financiamiento es necesario para garantizar el cumplimiento de los compromisos climáticos con una movilización de recursos para apoyar a los países en desarrollo. El país realizará un llamado a mejorar los trabajos de acreditación, la simplificación de procesos de aprobación de proyectos entre otros, que permitan fortalecer las acciones de reducción de emisiones de gases efecto invernadero y limitar el aumento de la temperatura a 1.5ºC.
- Mecanismos de Mercado y de no mercado: Colombia trabajará por promover la transparencia de la información, generar reglas claras para que los proyectos de mercados de carbono que sean formulados, promover la ambición y proteger los derechos de todas las comunidades involucradas, entre otros.
Lo que está en juego en la COP 27
Según Naciones Unidas, los mayores objetivos de esta Conferencia se centran en la mitigación del cambio climático, es decir, los esfuerzos para reducir o prevenier la emisión de los llamados gases de efecto invernadero. Este reto implica el uso de nuevas tecnologías y fuentes de energía renovables, hacer que los equipos más antiguos sean más eficientes desde el punto de vista energético o cambiar las prácticas de gestión o el comportamiento de los consumidores.
Se espera que los países muestren cómo planean implementar la convocatoria del pacto de Glasgow, revisar sus planes climáticos y crear un programa de trabajo relacionado con la mitigación. Esto significa presentar objetivos de emisiones más ambiciosos para 2030, ya que ONU Cambio Climático ha declarado que los planes actuales aún no son suficientespara evitar un calentamiento catastrófico.
Las consecuencias varían dependiendo de la ubicación. En unos lugares, podría significar el riesgo de más incendios o inundaciones, en otros de sequías o días más cálidos o más fríos, y en otros un aumento del nivel del mar.
En la COP26, los delegados adoptaron un programa de trabajo sobre la meta global de adaptación establecida en el Acuerdo de París.
El plan se puso en marcha para equipar a las comunidades y los países con el conocimiento y las herramientas para garantizar que las acciones de adaptación que toman realmente están moviendo al mundo hacia un futuro más resistente al clima.
La Presidencia de COP27 espera que las naciones capturen y evalúen su progreso para mejorar la resiliencia y ayudar a las comunidades más vulnerables. Esto significa que los países asuman compromisos más detallados y ambiciosos en los componentes de adaptación de sus planes climáticos nacionales.
El año pasado, los países desarrollados acordaron al menos duplicar el financiamiento para la adaptación, y muchas partes interesadas están pidiendo niveles aún mayores de financiamiento para la adaptación para igualar los montos que ahora se gastan en mitigación, según lo establecido en el Acuerdo de París. Este definitivamente será un gran tema de conversación en Sharm el-Sheikh.
La Secretaría sobre el Cambio Climático de la ONU tiene claro que para responder a los riesgos climáticos presentes y futuros es necesario aumentar significativamente la escala de financiera para la adaptación, de todas las fuentes, públicas y privadas. Todos los integrantes deben participar: gobiernos, instituciones financieros y el sector privado.
Probablemente se escuchará mucho sobre los famosos 100.000 millones de dólares, la promesa anual que las naciones desarrolladas no están cumpliendo. En 2009 en Copenhague, los países ricos se comprometieron con este financiamiento, pero los informes oficiales todavía muestran que no se está alcanzando este objetivo. Los expertos esperan que la COP27 haga realidad este compromiso finalmente para 2023.
La Presidencia egipcia espera dar seguimiento a este y otros compromisos y promesas realizadas en COP anteriores.
Encuentro global
El evento principal de la COP 27, se llevará a cabo en el Centro Internacional de Convenciones de Sharm el-Sheikh, del 6 al 18 de Noviembre. Hasta el momento, hay más de 30.000 personas registradas para asistir en representación de gobiernos, empresas, ONG y grupos de la sociedad civil.
Las 197 Partes del tratado de la citada Convención, a menudo se reúnen en grupos o "bloques" para negociar juntos, como el G77 más China, el Grupo Africano, los Países Menos Adelantados, el Foro Paraguas, los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo y la Alianza Independiente de América Latina y el Caribe.
Las negociaciones también incluyen observadores, que no tienen parte formal en ellas, pero intervienen y ayudan a mantener la transparencia. Los observadores incluyen agencias de las Naciones Unidas, organizaciones intergubernamentales, ONG, grupos religiosos y la prensa.
Pero además de las negociaciones oficiales, habrá salas de conferencias, una sección de pabellón y miles de eventos paralelos, divididos en días temáticos,
Como de costumbre, la conferencia tendrá lugar en dos zonas: la Zona Azul y la Zona Verde, que este año están ubicadas una frente a la otra.
La Zona Azul es un espacio administrado por la ONU donde se realizan las negociaciones, y para ingresar, todos los asistentes deben ser acreditados por la Secretaría de la Convención.
Este año habrá 156 pabellones dentro de la Zona Azul, el doble que en Glasgow. Muchas agencias de la ONU, países y regiones estarán representados, y también habrá por primera vez una pabellón de los Jóvenes y otro Agroalimentario.
La Zona Verde está gestionada por el Gobierno egipcio y está abierta al público registrado. Incluirá eventos, exposiciones, talleres y charlas para promover el diálogo, la sensibilización, la educación y el compromiso con la acción climática.
De acuerdo con la Presidencia, la Zona Verde será la plataforma donde la comunidad empresarial, la juventud, las sociedades civiles e indígenas, la academia, los artistas y las comunidades de la moda de todo el mundo puedan expresarse y hacer escuchar sus voces.
Este año, la Zona Verde también incluirá una "zona de protesta" especial y un gran salón al aire libre y una terraza.