Aunque se cree que el 40 y hasta el 50 % de los desechos electrónicos se reciclan, la cifra real llega apenas al 17%. Los computadores, celulares, juguetes y otros residuos de equipos eléctricos y electrónicos (RAEE) sumarán en 2021, alrededor de 57,4 millones de toneladas (Mt) y se cree que a 2030, pesarán 74 millones.
Un llamado a la humanidad para que contribuya a llevar sus objetos electrónicos en desuso a un lugar apropiado para repararlos o reciclarlos hicieron los expertos interncionales en este creciente sector de la industria tecnológica del mundo, lo cual no solo redundará en recuperar una fortuna en materiales y metales valiosos, sino que además evitará la utilización de nuevos recursos y con ello, reducir el impacto ambiental.
El Global E-Waste Monitor del año pasado informó que se generaron 53,6 millones de toneladas métricas (Mt) de RAEE en 2019, lo que representó un aumento del 21% en los cinco años desde 2014. Ello, debido a que la generación mundial de desechos electrónicos está creciendo anualmente en 2 Mt, o alrededor del 3 al 4%, un problema atribuido a mayores tasas de consumo de productos electrónicos (aumenta un 3% anual), ciclos de vida de productos más cortos y opciones de reparación limitadas.
Según estimaciones en Europa, donde se estudia mejor el problema, 11 de los 72 artículos electrónicos de un hogar medio ya no se utilizan o están dañados. Anualmente por ciudadano, otros 4 a 5 kg de productos eléctricos y electrónicos no utilizados se acumulan en Europa antes de ser desechados. Otro estudio, calcula que solo entre 54 y 113 millones de teléfonos móviles, con un peso de 10 a 20 toneladas, duermen en cajones y otros espacios de almacenamiento en los hogares franceses.
Por otra parte, en EE. UU., aunque muchos teléfonos móviles se reciclan, la EPA estima que más de 151 millones de teléfonos al año -aproximadamente 416.000 al día- son tirados a la basura y terminan incinerados o depositados en vertederos. Y se estima que el 40 % de los metales pesados en los vertederos de EE. UU. provienen de productos electrónicos desechados.
Sin embargo, en peso, los grandes electrodomésticos desechados, como estufas y refrigeradores, constituyen el mayor componente del problema de los desechos electrónicos, que continúa a pesar de décadas de esfuerzos de los gobiernos en muchos niveles.
Pascal Leroy, Director General del Foro WEEE, la organización detrás del Día Internacional de los Residuos Electrónicos, dice: “Muchos factores juegan un papel en hacer que el sector eléctrico y electrónico sea eficiente y circular en cuanto a los recursos. Pero una cosa se destaca: mientras los ciudadanos no devuelvan su equipo usado o roto, lo vendan o lo donen, tendremos que seguir extrayendo materiales completamente nuevos que causan un gran daño ambiental ”.
"Minas urbanas"
En el caso de teléfonos celulares, tabletas, computadoras y otros pequeños productos de tecnología de la información, los factores que se cree que desalientan el reciclaje incluyen la seguridad de los datos, el valor del producto, los puntos de devolución de difícil acceso y la incertidumbre sobre el reciclaje apropiado, entre otros.
Para Ruediger Kuehr, Director del Programa SCYCLE y Jefe de la Oficina de Unitar, en Bonn, el valor de los componentes AEE en las "minas urbanas" del mundo es enorme. “Una tonelada de teléfonos móviles desechados es más rica en oro que una tonelada de mineral de oro”, señala el doctor Kuehr. “Incrustados en un millón de teléfonos celulares, por ejemplo, hay 24 kg de oro, 16,000 kg de cobre, 350 kg de plata y 14 kg de paladio, recursos que podrían recuperarse y devolverse al ciclo de producción. Y si no reciclamos estos materiales, es necesario extraer nuevos suministros, lo que daña el medio ambiente", asegura.
“Además, la recuperación de oro y otros materiales de los desechos ahorra una gran cantidad de emisiones de dióxido de carbono en comparación con la minería de metales vírgenes”, dice Kees Baldé, Oficial de Programas Senior del Programa Scycle de la Universidad de las Naciones Unidas.
Agrega que los materiales recuperables de alto valor valorados conservadoramente en US $57.000 millones, una suma mayor que el Producto Interno Bruto de la mayoría de los países, fueron en su mayoría arrojados o quemados en 2019 en lugar de recolectarse para su tratamiento y reutilización.
Para aumentar con éxito las tasas de recaudación se requiere la participación de todos los actores, incluidos los consumidores. "Junto a la conveniencia, la compensación económica, el cuidado del medio ambiente, la cultura y las normas sociales, la conciencia es uno de los motivadores clave para que las personas actúen sobre los desechos electrónicos”, advierte Magdalena Charytanowicz del Foro WEEE, organización que celebró el pasado 14 de octubre el Día Internacional de los Desechos Electrónicos.
“El rápido desarrollo de los teléfonos móviles ha llevado a que el mercado dependa de la rápida sustitución de los dispositivos más antiguos. Los dispositivos móviles afectan el medio ambiente de muchas formas a lo largo de su vida, pero el impacto puede reducirse y extenderse a lo largo de un período más largo aplicando principios de economía circular, incluido el control de producción, la reutilización de dispositivos, la remanufactura y el reciclaje, y el diseño circular mejorado que implica la selección de materiales de componentes. estandarización y modularización para facilitar el desmontaje ", señala el experto de Naciones Unidas.
El Foro WEEE es una asociación internacional sin fines de lucro y de impacto con sede en Bruselas que representa a 45 organizaciones de responsabilidad de productores de todo el mundo. Su miembros están a la vanguardia para convertir el principio de responsabilidad extendida del productor en un enfoque de política de gestión de residuos electrónicos eficaz a través del conocimiento combinado de los aspectos técnicos, comerciales y operativos de recolección, logística, descontaminación, procesamiento y preparación para reutilización y notificación de desechos electrónicos.