Fundación Natura y CDP Latinoamérica lanzan documento para avanzar en Acuerdos de Cero Deforestación (ACD) en Colombia, centrado en los sectores ganadero y de aceite de palma.
BOGOTÁ D.C.- Realizar Acuerdos de Deforestación Cero (ACD) de manera sectorial, fortalecer el monitoreo y reporte de los sistemas de producción agrícola e incluir en estos temas sociales como seguridad alimentaria, derechos laborales y de producción de la tierra, involucrando a pequeños productores, son algunas de las recomendaciones plasmadas en el documento Policy Brief “para la Implementación de los ACD en los sectores de palma y ganadería en Colombia”, lanzado por CDP Latinoamérica y Fundación Natura.
Los Acuerdos de Cero Deforestación (ACD), son alianzas público-privadas que tienen como objetivo combatir la deforestación provocada por la producción agrícola y ganadera, y satisfacer la necesidad de los países para cumplir con sus objetivos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), además de buscar una producción más sostenible y combatir cambio climático.
Para este documento, en el que dichas organizaciones refuerzan la importancia de tener producciones sostenibles, se tomaron como eje de análisis cinco criterios: el concepto y diseño de los ACD, los mecanismos de seguimiento y evaluación, la efectividad, la inclusión de los pequeños productores y la sostenibilidad financiera.
Entre las principales recomendaciones que incluye el documento se advierte que los ACD deben ser sectoriales (o por redes) con enfoques jurisdiccionales, en los que se integren instituciones e instrumentos locales para abordar problemas más amplios (ambientales y sociales).
Además, se considera que se debe fortalecer y hacer seguimiento a los productores para que realicen monitoreo y reporte, de manera que las empresas y cadenas puedan mostrar información verificada.
La producción agrícola debe buscar la sostenibilidad, para lo cual es fundamental detener o evitar la deforestación, al igual que la restauración y restauración de paisajes.
Así mismo, los acuerdos deben incluir temas sociales como seguridad alimentaria, derechos laborales y de producción de la tierra, involucrando a los pequeños productores. Tanto las empresas como las autoridades locales deben garantizar e implementar programas de seguimiento.
Las ACD deben decir qué es un producto y una cadena de suministro con cero deforestación para que los consumidores lo reconozcan, ya que un mercado bien informado puede promover estas iniciativas.
El financiamiento para el funcionamiento de los acuerdos se puede encontrar no solo en la cooperación internacional y las contribuciones de los miembros, sino también en esquemas de compensación, por ejemplo, proyectos de infraestructura, detalla el documento.
Prácticas responsables, gran desafío
Ante la crisis ambiental vivida en todo el planeta, el sector privado ha demostrado interés por conservar el medio ambiente y luchar contra el cambio climático, lo que ha incrementado la implementación de mecanismos de responsabilidad social y económica de las empresas, por medio de prácticas responsables que contribuyan a superar problemas ambientales y sociales.
Sin embargo, aún existen muchos desafíos para lograr que todos los actores se involucren en estos mecanismos, desde la implementación hasta el logro de los resultados sociales y condiciones ambientales esperados.
Son varias las causas de la deforestación en Colombia, concentrada principalmente en la región amazónica. La acumulación y especulación de tierras es el principal motivo y la ganadería es el modelo económico que la consolida, si se tiene en cuenta que 35,7 millones de hectáreas están destinadas a pastos, lo que corresponde al 31,3% del territorio nacional.
La ganadería es tradicionalmente importante en la economía del país, al aportar el 25,8% del PIB agrícola, equivalente al 1,5% del PIB nacional. El sector aún emplea al 6 % de la población nacional.
Colombia también se destaca por la producción de aceite de palma es el cuarto país con mayor producción del mundo y el más grande de América. La expansión de las plantaciones de palma aceitera crece a un ritmo acelerado, pasando de 3.100 ha en 1987 a 559.582 ha en 2019.
El sector aportó el 4,9% del PIB agrícola y aproximadamente 700 mil empleos directos en 2019. Si bien, la producción de aceite de palma en el mundo está relacionada con la deforestación de los bosques tropicales, según la base de datos de empresas afiliadas a la Federación Nacional de Cultivadores de Palma de Aceite (Fedepalma), el Instituto de Estudios Hidrológicos, Meteorológicos y Ambientales (IDEAM) se estimó que del 2011 al 2017 el 1,5% de la deforestación en el país ocurrió en predios con plantaciones de palma aceitera.
Los sectores de aceite de palma y ganadería en Colombia, han dado pasos para avanzar en acciones de sostenibilidad ambiental como, por ejemplo, adherirse a los acuerdos deforestación cero que se han adelantado en diferentes partes del mundo, pero aún faltan cumplir metas más ambiciosas, según advierte la Fundación Natura.
Midiendo el impacto ambiental
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