BOGOTÁ.- Rafael Antelo, Aminta Jáuregui, Orlando Feliciano, Fernando Trujillo, entre otros biólogos que adelantan campañas para recuperar especies en peligro en Colombia como el caimán del Orinoco, la tortuga marina, el oso de anteojos y los delfines rosados, serán los protagonistas de la serie “Héroes al rescate animal”, que será transmitida
Según informó Juan Carlos Isaza, de la Fundación Natibo, la serie, que será transmitida por Animal Planet, a partir del próximo 5 de febrero, todos los domingos e las 9 p.m., consta de ocho interesantes capítulos en los cuales se conocerán las historias de verdaderos héroes que adelantan diferentes campañas y actividades para recuperar especies amenazadas o en peligro de extinción en Colombia.
Así, se conocerán historias como la del biólogo español, Rafael Antelo, quien asumió el reto de reintroducir al caimán del Orinoco a su hábitat natural, desde la fundación Palmarito, donde se desempeña como director científico.
El caimán del Orinoco es uno de los cocodrilos más grandes del mundo alcanzando hasta 7 metros de longitud. La explotación comercial de su piel lo llevó a un alto riesgo de extinción, considerándolo como uno de los doce vertebrados en peligro crítico según la lista roja de IUCN. Es una de las extinciones más rápidas que se ha dado en el continente americano.
Su caza se afincó a principios del siglo XX, momento en el que se comercializan sus pieles producto de una gran demanda internacional. Llegó a convertirse en la especie más cotizada en los mercados europeos, estadounidenses y japoneses.
En la serie también se conocerá el trabajo adelantado a favor de las tortugas marinas, por parte de la bióloga marina Aminta Jáuregui, de la Universidad Jorge Tadeo Lozano, quien en 1999 creó un programa de conservación de torguas y mamíferos marinos en el caribe colombiano..
El objetivo del programa es mitigar la alta mortalidad de tortugas marinas mediante procesos controlados de incubación, levante y posterior liberación de tortugas. Aminta trabajó por 9 años (1999 a 2008) en Buritaca, en el Parque Nacional Natural Tayrona, y por 6 años (de 2008 a 2014) en Mendihuaca, en la playa Don Diego. Desde ese entonces, ella enfoca su trabajo junto al acuario Mundo Marino y la Universidad Tadeo Lozano, en Santa Marta. Allí maneja el tortugario, un espacio donde su equipo cría las tortuguillas por un año, para después liberarlas.
El médico veterinario Orlando Feliciano, por su parte, busca liberar dos osos de anteojos en el Parque Nacional Natural Serranía de los Churumbelos. Estos ejemplares son rehabilitados en la Fundación Bioandina, que él dirige.
Feliciano lidera uno de los proyectos más importantes del país para la conservación de fauna silvestre de alta montaña, además de ser uno de los expertos de osos de anteojos en Colombia. Tiene dos CAV-R, (Centros de Atención, Valoración y Rehabilitación de fauna silvestre), uno en el municipio de Guasca, cerca de Chingaza, y otro en Mesitas del Colegio, Cundinamarca. Se encuentra liderando el proyecto para crear el Centro Nacional de Rehabilitación De Osos Andinos.
En la serie de History Planet, también se difundirán las experiencias de otros héroes ambientales como la bióloga norteamericana Sara Bennet, quien desde la Fundación Maikuchiga, logró desde hace más de diez años que la comunidad de Mocagua, en el resguardo indígena Tikuna, Amazonas, dejara de cazarlos.
Sin embargo, hoy, después de una década, los churucos aún no regresan a tierras del resguardo a cumplir sus valiosas labores ecológicas. Sara tiene el reto de lograr, en pocos meses, el compromiso general de los indígenas para que, entre ellos, lideren un programa serio de reintroducción de churucos en el resguardo. Necesita, además, buscar nuevos mecanismos de financiación para mantener en pie a su fundación.
Los micos Churucos cumplen con una función ecológica fundamental: la dispersión de semillas. Con esta actividad mantienen la diversidad y extensión de los bosques en donde habitan. Hay una cantidad de árboles cuyos frutos están encapsulados y debido a que los Churucos tienen mandíbulas muy grandes y fuertes, son los únicos que realmente pueden aprovecharlos. Casi toda una familia de plantas importantes en el bosque depende de los Churucos para su dispersión. Donde hay una buena población de Churucos es muy probable que el bosque esté en buen estado; donde han desaparecido, es muy probable que el bosque pierda su diversidad.
Hugo Mantilla-Meluk, por su parte, se enfrenta a un ambicioso reto: lograr que el Centro del Chocó se declare como zona de prioridad de conservación para los murciélagos. Y es que, luego de 19 años dedicado al estudio de estas especies, sus investigaciones han llegado a demostrar que el Chocó Biogeográfico es la zona más rica en murciélagos en el hemisferio occidental.
Su reto le implica ir al lugar en busca de recopilar toda la evidencia necesaria, y trabajar de la mano con el grupo de estudios de la Universidad Tecnológica del Chocó. Conjuga su reto con su labor como docente en la Universidad del Quindío, donde dirige diversos trabajos de investigación, y promueve el Festival del Murciélago, iniciativa creada por la Fundación Montaña Viva, para concientizar a la población sobre la importancia de proteger estos animales y liberarlos de su mala fama.
El biólogo marino y doctor en Zoología Fernando Trujillo, director de la fundación Omacha, entre tanto está convencido de que salvar a los delfines rosados es salvar al Amazonas y a muchas vidas humanas. El delfín rosado es usado en Brasil y Perú como carnada para pescar Mota, un pez carroñero contaminado con mercurio. El 70% del pescado que se ofrece en el comercio de Colombia como Viudo de Capaz o Capacete es en realidad Mota, constituyendo un serio problema de salud pública. Fernando se enfrenta ahora a un reto titánico: lograr que en los próximos meses el gobierno colombiano prohíba la comercialización de Mota en el país. Su incansable labor pone en evidencia un problema mucho más abrumador y global: los efectos de la minería ilegal y el degradado estado del Amazonas, el pulmón del mundo.
La licenciada en Biologìa, María Martha Torres Martínez, a su turno, tiene el reto de sensibilizar a la comunidad ribereña de Casanare y Vichada sobre el consumo responsable de tortuga de río.
El primer paso es liberar 1.500 tortuguillos en un recorrido en barco o falca por el río Meta mientras realiza talleres de concientización a niños y pobladores locales. El éxito del proyecto estará representado en encontrar en esas playas, ocho meses después, un mayor número de nidadas de tortuga que hayan sido cuidadas por los pobladores locales y que puedan ser trasladadas al Bioparque Wisirare para su cuidado. María debe enfrentar un aumento evidente en el consumo de tortuga de río en Orocué y esforzarse por sensibilizar a los pobladores sobre el consumo responsable de tortugas, especialmente al aproximarse Semana Santa, época en la que tradicionalmente este consumo se dispara aún más.
La tortugas cumplen un papel muy importante para el bienestar de los ríos en los que habitan. Contribuyen a la remoción del suelo, al movimiento de troncos, al flujo de nutrientes y a la dispersión de semillas.
Diego Zárrate, coordinador científico de la Fundación ProCAT, tiene el reto de investigar los sucesos, encontrar alternativas para promover una convivencia pacífica con el jaguar en la zona y brindar a los campesinos la ayuda y la orientación necesaria para que en cuatro meses no maten ni un solo jaguar más en el sector.