Bogotá, Octubre 15 de 2010.- Alrededor de $62 mil millones al año se mueven en Colombia como consecuencia del tráfico ilegal de fauna, el cual se registra con mayor frecuencia en los departamentos de Sucre, Córdoba, Antioquia y Santander.
Así lo dio a conocer la bióloga Paola Rodríguez, en desarrollo del foro "Tráfico ilegal de fauna y flora: quién controla esta especie?", realizado por Revista Ecoguia en el Hotel Sheraton de Bogotá (Av. Eldorado), con apoyo de las fundaciones Palmarito y Omacha, así como de las compañias Fanalca, Pacific Rubiales y Kimberly.
En el marco del evento, la investigadora de la Fundación Omacha indicó que a raíz de las cifras registradas en torno al tráfico ilegal de fauna silvestre en Colombia, fue lanzada la campaña Yáhui, como una iniciativa común de esta organización, de la Fundación Palmarito y de entidades gubernamentales del sector ambiental colombiano, con el fin de prevenir el tráfico y la tenencia ilegal de especies silvestres.
La delegada de Omacha anunció que el propósito es vincular a los diferentes sectores sociales y gubernamentales, para unir esfuerzos y conservar la rica diversidad de especies silvestres en Colombia.
Indicó que uno de los primeros resultados de la campaña es un documento oficial que será entregado al Gobierno nacional, con el fin de iniciar una serie de actividades en distintos sectores y desde distintos enfoques, con el fin de sensibilizar a la población colombiana en torno a estas actividades.
Con la iniciativa de Yáhui, se busca permear a comunidades escolares, indígenas, afroamericanas, campesinas, colonos y, en general, a toda la población colombiana.
La bióloga Rodríguez se refirió al caso de Sara, una jaguar incautada y liberada, luego de un largo proceso de recuperación que finalmente terminó con la muerte del animal, a pesar de los altos recursos que se invirtieron para tratar de devolverla a su hábitat y que lograra sobrevivir.
Una vez incautados los animales que han sido sacados de su vida silvestre, la mayoría muere en cautiverio, otros quedan cautivos de por vida en zoológicos donde muchas veces no se cuentan con los recursos para su mantenimiento.
Recordó que el delito de tráfico y tenencia ilegal de fauna silvestre es considerado como el tercer cartel de tráfico ilegal a nivel internacional.