Bogotá, Septiembre 8 de 2011.- De no trazarse una eficiente y novedosa política pública forestal nacional, Colombia podría estar a la vuelta de dos o tres generaciones más con un panorama de deforestación total.
Así lo señaló el senador de la República Iván Name, del Partido Verde, en la apertura del importante encuentro, que se cumple en el Congreso de la República. novedosa y participativa se pidió hoy en el debate Replantémonos, organizado por la Universidad Nacional de Colombia y Colciencias.
Durante su intervención, el congresista retomó algunos de los datos entregados por la FAO, según los cuales Colombia, figura entre los cinco países latinoamericanos con mayor superficie boscosa junto con Brasil, Perú, Bolivia y Venezuela.
En el país se ha deforestado más de la mitad de los bosques, por cuenta de la extensión de la frontera agrícola, la ganadería y los cultivos ilícitos. Precisamente sobre este tema, el parlamentario lanzó un SOS por el Chocó, al advertir que la explotación forestal de la empresa canadiense REM amenaza con explotar 45.000 hectáreas de bosque en inmediaciones de Bahía Solano, en el Pacífico.
Vale la pena anotar sobre el caso mencionado, que una Acción Popular y la intervención del Ministerio de Ambiente, llevó a la suspensión temporal de la explotación maderera en esta zona.
A esta visión se suma la del rector de la Universidad Nacional de Colombia, Moises Wasserman, quien aseguró que en Colombia, la política ambiental no ha sido un tema prioritario en la agenda de Gobierno.
El director de Colciencias, Jaime Restrepo Cuartas, anunció por su parte que la institución a su cargo tiene entre las nuevas estrategias de acción, las del sector agropecuario y al agua, la biodiversidad y los recursos naturales.
El directivo señaló que el reto no sólo es preservar los recursos naturales sino recuperar lo que se ha venido perdiendo, especialmente en la zona del Pacífico, en la región andina y en la zona del macizo colombiano. “No podemos dejar solo en manos de la Universidad Tecnológica dle Chocó, el estudio e investigación de la biodiversidad en esta rica zona. Trabajamos también el tema del agua en el Centro de Desarrollo en el Cauca”, observó.
Destacó además que el aporte correspondiente al 10% del Ssitema Nacional de Regalías debe ser aprovechado al máximo para investigación y desarrollo.
A su turno, el viceministro de Ambiente, Carlos Castaño Umaña, manifestó que desde esa cartera se está tratando de definir líneas de acción para alcanzar las metas trazadas en el Plan Nacional de Desarrollo, aunque falta un detonante relacionado directamente con la voluntad política que marque derroteros para ejecutar acciones de reforestación.
Si bien el Ministerio de Ambiente y de Agricultura se refirieron a la reforestación comercial como una posible estrategia contra las actuales tasas de deforestación, con las cifras entregadas quedó claro que el país ha avanzado muy tímidamente en ese campo, toda vez que de una meta de alcanzar 1.180.000 hectáreas a 2014, sólo se cuenta con una tasa promedio de 15.000 hc año.
Como un primer balance de Replantémonos, los comentaristas invitados consideraron las propuestas del gobierno anacrónicas y sin ninguna estructura conceptual que conlleve a una real política de bosques en el país. Esa fue la primera impresión que dejó el académico Pablo Leyva, investigador de la Universidad Nacional y vicerrector de la Universidad Central.
El sombrío panorama presentado en el Congreso sobre el futuro que le espera al país fue compartido por el exministro de Ambiente, Manuel Rodríguez Becerra, quien preguntó ante el auditorio cuál es la política para la “despotrerización” del país, tendencia que ha acabado con buena parte de los bosques.
Paolo Lugari, por su parte, precisó que el país está saturado de estudios y políticas ambientales y dejó en el escenario una propuesta que aunque consideró bastante sencilla, pero efectiva. Si cada colombiano siembra un árbol se lograría recuperar lo que se ha perdido hasta ahora en materia de cobertura vegetal.
En ese sentido, se refirió al bosque compacto que logró cultivar en la Orinoquia colombiana y del cual hoy se obtienen sustancias como colofonia y tramontina, sin talar un solo árbol. De igual manerar, de las resinas se obtiene el diesel que requieren las 7 plantas eléctricas y los 10 tractores con que cuenta el centro de investigación. “Nada puede sedr más importante y más virtual que sembrar un árbol”, concluyó Lugari.
