Bogotá, Octubre 20 de 2011.- Un nuevo fenómeno de La Niña se encuentra en formación, de acuerdo con información de la Agencia Nacional del Océano y la Atmosfera de los Estados Unidos (NOAA), del Instituto norteamericano IRI, de los modelos internacionales de predicción climática y los análisis del IDEAM.
De llegar a consolidarse, los efectos de esta nueva niña se reflejarían durante el mes de diciembre y enero a marzo de 2012, en donde se registrarían lluvias por encima de los valores promedios en las regiones Caribe, Pacífica y Andina, principalmente.
Según el reporte del director general del IDEAM, Ricardo Lozano, se deberá seguir prestando especial atención y redoblar los esfuerzos en aquellas zonas más sensibles a las amenazas por inundaciones y crecientes rápidas; “Debemos estar atentos a las zonas altamente vulnerables, las cuales se encuentran, especialmente, en el río Magdalena (Cuenca alta, media y baja), río Cauca (Cuenca alta, media y baja), río Atrato, río Sinú, San Jorge y San Pedro, río Suárez, río Chicamocha, río Sogamoso, río Lebrija, río Zulia, río Pamplonita, río Otún, río Negro, río Meta, áreas aledañas a la Laguna de Fúquene, río Bogotá: especialmente, la Sabana de Bogota, corrientes de la Sierra Nevada de Santa Marta, especialmente las que vierten sus aguas a la Ciénaga Grande de Santa Marta”.
De igual manera, y debido a la presencia de corrientes rápidas o súbitas se encuentran en alerta todas las quebradas y pequeños ríos que alimentan los principales afluentes de la región Andina, Orinoquia, Caribe y Pacifica.
En cuanto a deslizamientos, la mayor vulnerabilidad se encuentra en los departamentos de Antioquia, Chocó, Santander, Norte de Santander, Eje Cafetero, Boyacá, Cundinamarca, Cauca, Valle, Huila, Tolima, Nariño y Piedemonte Llanero, Bolívar, Atlántico y Sierra Nevada de Santa Marta.
El IDEAM recomienda a las Instituciones pertenecientes al Sistema Nacional de Prevención y Atención de Desastres (SNPAD) y al Sistema Nacional Ambiental, (SINA), a las Corporaciones Autónomas Regionales CAR, Alcaldes y Gobernadores, de conformidad con sus competencias, redoblar la vigilancia en áreas inestables y de alta vulnerabilidad y realizar las acciones necesarias para reducir los riesgos.