Durban (Sudáfrica), diciembre 9 de 2011.- Colombia reafirmó su compromiso de apoyar los esfuerzos globales para reducir el calentamiento del planeta y contener el cambio climático, durante la XVII Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP 17), que se desarrolla en Durban (Sudáfrica).
Luego del fenómeno del “Niño”, que trajo sequias a las zonas donde se concentra el 85% de la población de nuestro país, que redujo los embalses a niveles preocupantes e impulsó más de un centenar de incendios forestales que acabaron con miles de hectáreas de bosques, sabanas y páramos, Colombia hoy está sufriendo uno de los periodos de lluvias más intensas, en los últimos 50 años de su historia.
“Son más de 3”000.000 de personas las que se han visto afectadas por el fenómeno de la “Niña” y las pérdidas económicas ascienden a más del 0.20% de nuestro Producto Interno Bruto”, recordó el Ministro Pearl durante su ponencia en la Cumbre de Cambio Climático.
Ante los retos e impactos del Calentamiento Global y las alteraciones del clima, el Gobierno Nacional ha convertido el tema ambiental en un asunto prioritario en la agenda pública. Además de la reciente creación del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, se dio gran relevancia al cambio climático en el Plan Nacional de Desarrollo 2010-2014, señaló el jefe de la delegación colombiana.
Según el Ministro Pearl, Colombia formuló una Estrategia de Desarrollo Bajo en Carbono que incluye beneficios ambientales, sociales y de competitividad para la industria, de tal manera que el país siga creciendo económicamente con niveles bajos o estables de emisiones de Gases Efecto Invernadero GEI y diseñó una Estrategia Nacional de Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación.
El alto funcionario enfatizó que para mitigar los daños ambientales y evitar futuras catástrofes como las que hoy azotan a nuestro país es imprescindible que los países desarrollados también, se comprometan con acciones concretas para reducir las emisiones de carbono y para esto, todos los países deben trabajar bajo un marco legal común, con compromisos jurídicamente vinculantes de acuerdo con sus capacidades.