Bogotá, Mayo 15 de 2012.- Los Objetivos de Desarrollo Sostenible que Colombia llevará a Río contempla como meta fundamental la erradicación de la pobreza, para lo cual se proponen acciones en seguridad alimentaria, gestión integral del agua para el crecimiento sostenible, energía para el desarrollo sostenible, ciudades sostenibles y resilientes, océanos saludables y productivos, asói como capacidad mejorada de los sistemas naturales para sustentar el bienestar humano, mejoramiento de la eficiencia y sostenbilidad en el uso de recursos y el aumento del empleo y seguridad de los medios de subsistencia.
En rueda de prensa convocada ayer en el Centro de Información de Naciones Unidas, en Bogotá, la viceministra Soto, entregó el panorama actual de los recursos naturales en Colombia y recordó como la tala indiscriminada de bosques en en el país sobrepasa las 320.000 hectáreas al año.
De igual manera, la funcionaria se refirió a las altas pérdidas que dejó la intensa temporada invernal de 2011, como consecuencia del Fenómeno de la Niña, por lo cual llamó la atención sobre la importancia de emprender acciones preventivas a este tipo de situaciones.
Manifestó que los ODS buscan trazar una metas con indicadores realistas, para lograr un crecimiento sostenible y viable.
El representante de Naciones Unidas para Colombia, Bruno Moro, por su parte, precisó que el desafío que impone la próxima Cumbre de Rio se centra en los gobiernos, pero que es fundamental que la sociedad se involucre en los compromisos para empezar una nueva forma de vida global. Advirtió además, que aunque Colombia es uno de los países que genera menos emisiones de CO2, es uno de los que más sufre las consecuencias del calentamiento.
El directivo recordó que si bien en Kyoto no se lograron grandes avances, ello se debió a que no se acordaron metas de desarrollo sin comprometer el bienestar de las generaciones futuras.
El señor Moro, aclaró que si bien Naciones Unidas promueve esta conferencia son los gobiernos de los distintos países los responsables de los compromisos que se pacten en desarrollo de esta cumbre, para lo cual también se requieren cambios profundos en la educación.
Dijo que la forma de protestar el planeta son los desastres naturales como los que ya se han presentado y que cada vez los riesgos son mayores. En tal sentido mencionó la situación del Japón, país que debió cambiar su política energética, en lo relacionado con la energía nuclear, luego del tsunami que sacudió este país.
En torno al ambiente de escepticismo que se percibe entre algunas organizaciones ambientales, al hacer un balance pesimista de lo que ha ocurrido en material ambiental 20 años después de la Cumbre de Río 92, la viceministra Soto advirtió que sino se hubiera dado esa conferencia no hubiera el nivel de conciencia ambiental que se tiene ahora. Al respecto, citó algunos otros eventos ambientales internacionales que se han llevado a cabo como parte de los compromisos firmados en el 92.
