BOGOTÁ, Noviembre 25 de 2013.- Atacar las grandes cadenas de tráfico ilegal de especies fue una de las recomendaciones para contrarrestar este flagelo que tiene al borde de la extinción varias especies silvestres del país, recomendaron ponentes y asistentes al foro ANIMALES DE MARCA, realizado este lunes en el auditorio principal de la Universidad Sergio Arboleda.
Con particpiación de la coordinadora de Ecosistemas de la Policía Nacional, coronel María Antonia Sánchez, en el marco del foro se dieron a conocer las cifras de este delito, que en Colombia sigue en ascenso, pese a diferentes medidas de control que no logran la cobertura total del territorio ni la penalización de los responsables de este mercado ilegal.
En su presentación, la coronel Sánchez señaló que en lo que va corrido del año la Policía Nacional ha registrado la incautación de 23.405 especies, entre las cuales figuran como de mayor tráfico, reptiles, aves
y mamiferos.
Por departamentos, Sucre, Córdoba, Caldas, Boyacá, Cundinamarca, Uraba, Valle del Cauca, respectivamente son los que más registran la presencia de este delito.
Tortugas, loros, canarios y el mono aullador figuran entre las especies más incautadas durante 2013, señaló la coronel Sánchez, quien destacó la tarea de sensibilización y educación que adelanta este organismo para concientizar a la comunidad sobre los devastadores efecto del tráfico ilegal de fauna silvestre.
Por su parte, el director de la Fundación Omacha, Fernando Trujillo, se lamentó de la manera como algunos de los responsables de estos delitos que son detenidos no cumplen una condena sino que son liberados con lo cual reinciden en su actividad.
Claudia Brieva, Coordinadora de la Unidad de Rescate y Rehabilitación de Animales Silvestres URRAS, de la Universidad Nacional de Colombia, hizo un recuento histórico sobre la caza de animales silvestres y señaló que en la actualidad el proceso de rehabilitación de un animal silvestre es costoso y prolongado.
La directiva llamó la atención sobre zonas tradicionalmente conocidas como de comercialización ilegal de especies en Bogotá y otras zonas del país, y consideró que una de las acciones más importantes es controlar esos expendios ya conocidos.
Una mano de la empresa privada
Durante el foro, se conocieron diversas experiencias de empresas que han decidido invertir en la protección y recuperación de alguna sde las especies amenazadas o en peligro de extinción.
Sebastián Calle Restrepo, investigador titular del Instituto Alexander Von Humboldt, dio a conocer el programa de protección de la iguana verde, en un trabajo integrado entre el Estado y la empresa privada, en este caso Ecopetrol, que lleva en su logo la figura de esta especie.
Fernando Trujillo, director de la Fundación Omacha, presentó por su parte tres experiencias de programas de recuperación liderados por su equipo de trabajo y en el cual han sido vinculadas las comunidades como aliadas y sensibilizadoras del cuidado de especies como los delfines de río, las tortugas y los armadillos, en la región de la Orinoquia colombiana.
Iván Lozano, director general de la fundación Bioparque La Reserva (Cota), llamó la atención sobre las empresas que utilizan en su logo figuras de animales y que pueden contribuir de manera sustancial a la protección de estas especies. En el caso del logo de Ecopetrol, que utiliza la iguana, precisó que al menos todo el equipo de trabajo de la compañía debe tener ya una mirada especial frente a la necesidad de proteger esta especie, lo que ya constituye una importante tarea de sensibilización.
Carlos Pardo Zarache, coordinador de Ecosistemas de la compañía Mineros S.A., mostró el programa de recuperación de la tortuga de río que puso en marcha esta organización en Antioquia, al destacar que buena parte del éxito del programa se debe a la vinculación directa de la comunidad.
Rafael Antelo, director científico de la Fundación Palmarito, mostró la tarea adelantada hasta el momento en el esfuerzo por el repoblamiento del caimán Llanero a través de un programa que se desarrolla en la reserva Wisirare, gracias al apoyo económico que les brinda la cadena hotelera GHL.