BOGOTÁ, Febrero 13 de 2014.- La Contraloría General de la República alertó al Gobierno sobre el alto riesgo en que están más de $44 mil millones de pesos comprometidos en la ejecución del programa con el cual se busca generar energía a través de fuentes renovables en las zonas no interconectadas del país.
En varios casos estos millonarios recursos se están ejecutando en proyectos pilotos fallidos, que finalmente no aportan una solución a poblaciones que incluso, en algunos casos, llegan a completar hasta meses enteros sin la prestación del servicio de energía eléctrica.
Una auditoría de la CGR encontró que a pesar de los cuantiosos recursos invertidos en los diferentes proyectos basados en la implementación de fuentes alternativas de energía, estos no han cumplido con las metas de aumentar la cobertura, mejorar la calidad e incrementar las horas del servicio, reemplazar la generación que utiliza combustibles fósiles por tecnologías basadas en energías renovables, prestar el servicio a costos eficientes, y utilizar mecanismos para el uso racional de la energía.
Según el ente de control, el Programa, a cargo del Instituto de Planificación y Promoción de Soluciones Energéticas para las Zonas no Interconectadas, IPSE, no ha contribuido a mejorar las condiciones de vida, ni en la reducción de pobreza de los habitantes de las poblaciones objeto del mismo.
En vista de esta situación, la Contralora General de la República, Sandra Morelli Rico, envió una Función de Advertencia sobre el tema al ministro de Minas y Energía, Amylkar Acosta Medina, y al director del IPSE, Carlos Eduardo Neira Estrada, quien renunció a este cargo en las últimas horas.
El valor total de los recursos asignados al proyecto es de $60.012,8 millones de los cuales se han comprometido $44.138 millones mediante la suscripción de 64 contratos.
Repetidas fallas
La CGR encontró que las horas de prestación del servicio no han mejorado de manera notable y se mantiene la producción mediante combustibles fósiles, incumpliendo las metas de prestación 24 horas mediante la generación de electricidad, haciendo énfasis en fuentes renovables.
Considera la Contraloría que el impacto de las inversiones acometidas es bajo y hay una gestión contractual inadecuada, centrada en una planeación poco rigurosa. No hay estudios de pre-factibilidad o factibilidad de proyectos, señala, al agregar que simplemente se elaboran unos documentos denominados estudios de conveniencia y oportunidad como cumplimiento del requisito de contratación".
Se observó también que existe una gran multiplicidad de contratos para un mismo proyecto, lo que ha generado conflictos entre contratistas y falta de claridad sobre las responsabilidades de cada uno. Inclusive se contratan obras sin haberse terminado las fases preliminares.
Para la ejecución del Centro de Innovación Tecnológica -CIT- de Nazareth, se ha identificado la ejecución de 10 contrataciones, con una inversión superior a los $15.000 millones, sin que a la fecha dicha población tenga una solución definitiva en el marco de este proyecto.
En una auditoría a los proyectos adelantados por el Instituto de Planificación y Promoción de Soluciones Energéticas para las Zonas no Interconectadas, IPSE, el organismo de control detectó, en solo dos casos, uno de ellos el de Nazarerh, daños para el erario por $11.513 millones.
