A partir de septiembre, todos los últimos viernes se celebrarán en toda Colombia jornadas del uso racional de la bolsa plástica. De acuerdo con el Ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Luis Gilberto Murillo, en la medida en que los colombianos transformen sus hábitos de consumo amigables con el medio ambiente será posible construir un país más sostenible.
Agua y desarrollo territorial deben ser dos asuntos de competencia directa del que será el nuevo ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible. Tal como lo expresó en una columna de opinión el primer ministro de Ambiente que ha tenido Colombia, Manuel Rodríguez Becerra, ahora que el nuevo Gobierno se ha mostrado comprometido con la recuperación de una cartera específica para el medio ambiente, no se puede correr el riesgo de crear un ente sin suficientes herramientas para hacer una verdadera política ambiental de carácter integral.
Con el proyecto que hace tránsito en el Congreso de la República, se determina que las funciones correspondientes al Viceministerio de Agua y Saneamiento Básico pasarán al que ahora será el Ministerio de Vivienda, Ciudad y Territorio. No parece lógico que precisamente una de las banderas por las cuales se ha reclamado con insistencia contar otra vez con el Ministerio de Ambiente ?la del agua- quede en manos de la entidad encargada de los programas de vivienda de interés social.
Dejándole al Ministerio de Vivienda las funciones correspondientes al actual Viceministerio de Agua y Saneamiento Básico, se le quita al nuevo Minambiente la posibilidad de controlar el uso del suelo y de las áreas del país protegidas.
Retomando la reflexión del ex ministro Rodríguez, publicada en su columna de opinión en el periódico El Tiempo, ?el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible deja de ser la autoridad nacional en materia del ordenamiento territorial, una función esencial para la protección de la gran riqueza en biodiversidad y agua del país?.
En sus palabras, con lo contemplado en el proyecto de Ley que establece la escisión del Ministerio actual, ?se está negando la posibilidad de liderar una gestión integrada del agua dulce, que incluya la protección en sus fuentes, su uso racional para fines domésticos y productivos y los necesarios procesos de descontaminación?.
Vacíos como éstos que se dibujan en el paisaje del nuevo Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible deben llevar a que desde un primer momento, la ministra designada de la nueva cartera, Sandra Bessudo, participe en pleno de los debates que aún faltan en el Congreso, antes de que el presidente Santos sancione una Ley que empiece quitándole oxígeno al que está llamado a ser el ente que garantice un mejor ambiente para los colombianos y para el mundo entero, porque como uno de los países más biodiversos en Latinoamérica, son muchas las esperanzas ambientales que crecen en torno a la salvaguarda de nuestros recursos naturales.