Bogotá, Enero 10 de 2012. (Unimedios).- El mayor error que cometen los amos con sus mascotas es tratar de que se comporten como seres humanos, explicó Enrique Zerda, coordinador académico del Departamento de Biología de la UN.
Por ejemplo, el perro se orina en la casa para empezar a marcar territorio y eso lo tiene que saber el nuevo amo, quien debe acoplar su vida al can. “Lo que tiene que hacer la persona es tratar de que este animal logre desarrollar sus propias necesidades, los amos a veces tienen que estar dispuestos porque sus necesidades son diferentes. Si el perro necesita salir a correr, entonces el amo tiene que sacarlo al parque”, explicó Zerda.
Esto lleva a que, a veces, muchos dueños maltraten a sus perros por desconocimiento e ignorancia. De acuerdo con el biólogo, a los niños, igual que a estos animales, nunca se les debe educar con castigos, es mejor educarlos con premios y con halagos cuando hacen las cosas bien. “Cuando las cosas las hacen mal simplemente no se les premia y no se les halaga, igual pasa con los perros. Si el perro hace algo malo, con un grito de “no”, es suficiente, pero no se debe acariciar ni premiarlo. El peor castigo que puede recibir un can es ignorarlo, debido a que es un animal social que reconoce las reacciones humanas”, agregó Zerda.
De la misma manera, perros y humanos sufren de trastornos y patologías mentales. Un perro encerrado, amarrado o golpeado puede tener patologías del comportamiento peligrosas. De acuerdo con el investigador, el funcionamiento del cerebro de un perro es igual al de un ser humano.
Por eso, el experto afirmó que no existen razas peligrosas, son los humanos quienes entrenan de manera agresiva a los animales y vuelven a los perros peligrosos. “Así, desde un pincher hasta un gran danés pueden llegar a ser muy bravos, y de la misma manera un pitbull puede llegar a ser manso”, explicó.
Aunque el macho está diseñado para defender a las hembras, y por eso es más agresivo, tiene la capacidad de controlarse. En cambio, las perras no están diseñadas para ser agresivas y normalmente son más mansas. Si por alguna razón alguna sale agresiva, esta no es capaz de controlar su mordida y puede ser más peligrosa que el macho. Por eso, en una pelea entre hembra y macho siempre va a ganar la primera, porque el perro respeta mucho el sexo opuesto.
En cuanto a las perras, el experto recomendó la esterilización para evitar problemas con los machos y, añadió, si no se hace la operación y no tienen crías, el animal puede generar problemas de cáncer en la matriz. Esto no le pasaría a una hembra esterilizada.
Por último, aconsejó no tocar nunca a un can que no se conoce y no correr ante la presencia de un perro bravo.
