Las tasas de extinción de especies son 100.000 veces más altas de lo normal, debido a las actividades humanas. Según Naciones Unidas, tres de cada cuatro cultivos de frutas o semillas que se producen para consumo humano dependen, al menos en parte, de las abejas y de otros polinizadores. Para conmemorar el Día de las Abejas, la FAO ofrece algunos consejos para conservarlas.
BOGOTÁ D.C. Aunque se estima que en Colombia existen alrededor de 3.000 apicultores manejando 120.000 colmenas que producen alrededor de 300 toneladas de miel al año y que benefician a más de 12.000 familias, la apicultura enfrenta dificultades, entre ellas la falsificación de miel y productos derivados, y la muerte masiva de abejas en distintas regiones del país, que puede ascender a la pérdida de 16 000 colmenas al año, debido espcialmente a la falta de buenas prácticas agrícolas, sobre todo el uso indiscriminado de plaguicidas químicos y la insuficiente implementación normativa.
Así lo señala un informe del instituto Humboldt, según el cual, desde la africanización de la apicultura, el número de colmenas ha crecido en un 30 %, mientras que la producción de miel, el 60 %. Pese a estas cifras, la entidad señala que el país importa miel en volúmenes que llegan al 12 % de la producción nacional. El consumo nacional per cápita es de 78 gr de miel al año, muy por debajo del promedio mundial de 386 gr por persona, advierte el estudio.
En el mundo, más de 20 000 especies de abejas y otros muchos polinizadores salvajes se ven amenazadas por las actividades humanas, especialmente debido a la destrucción de hábitats, el uso de plaguicidas y el cambio climático, advierte la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Tanto las abejas, como las mariposas, los murciélagos y los colibríes, entre otros polinizadores, están cada vez más amenazados por los efectos de la actividad humana, advierte.
La organización recuerda que cerca del 90% de las plantas con flores dependen de la polinización para reproducirse, en tanto que el 75 por ciento de los cultivos alimentarios del mundo dependen en cierta medida de la polinización y el 35 de las tierras agrícolas mundiales. "Los polinizadores no solo contribuyen directamente a la seguridad alimentaria, sino que además son indispensables para conservar la biodiversidad", recalca la FAO, al recordar que en 2017 las Naciones Unidas declararon el 20 de mayo como el Día Mundial de las Abejas, en un esfuerzo por unir voluntades en torno a la protección y conservación de esta especie.
La exposición a plaguicidas, especialmente a neuropesticidas como el fipronil y el imidacloprid, afecta gravemente el comportamiento y la supervivencia de las abejas, provocando una preocupante disminución en sus poblaciones, explica Andre J. Riveros, investigador y profesor de la Facultad de Ciencias Naturales de la Universidad del Rosario.
Aunque algunos países han implementado medidas regulatorias para restringir el uso de ciertos plaguicidas, como los neonicotinoides, en Colombia se requieren mayores esfuerzos regulatorios y una comprensión más profunda de los efectos de los plaguicidas en los polinizadores, agrega el docente.
Desde la Universidad del Rosario se ha contribuido a enfrentar este problema mediante investigaciones enfocadas en la nutrición. A través de suplementos nutracéuticos, se ha logrado proteger a las abejas contra los efectos subletales producidos por la exposición a plaguicidas, con diversos mecanismos de acción. Al respecto, el profesor Riveros destaca que "nuestros suplementos contrarrestan los efectos de plaguicidas como el fipronil, el imidacloprid y la deltametrina. Sin embargo, esta solución aún está limitada a las especies manejadas, que pueden ser directamente suplementadas".
En este sentido, el grupo "Abejas en la agricultura", de Colombia, recomienda que cuando ocurren situaciones de muerte de abejas es necesario identificar los factores químicos, biológicos y ambientales que puedan explicar cada caso y recuerda que la muerte de abejas debe ser informada al Instituto Colombiano Agropecuario (ICA), cuyos funcionarios o contratistas se encargan del proceso de investigación y recolección y envío de muestras a los laboratorios de Agrosavia a nivel nacional.
Expertos del sector apícola consideran que en Colombia hay por lo menos 1.000 especies de abejas y se encuentran desde los 0 a los 3.400 metros sobre el nivel del mar. Las que tienen aguijón ocasionaron que muchas personas que intentaron implementar la apicultura desistieran, no obstante, a partir de 1970 se empezó a hacer un proceso apícola más fuerte en nuestro país.
En 2021, en el mundo se produjeron aproximadamente 1.800 millones de toneladas de miel, los países que están a la vanguardia son: China como principal productor, seguido por Turquía, Irán y Argentina, solo para tener como referencia, Colombia es el productor número 40 del mundo y en Latinoamérica hay seis países que producen más miel de abeja que Colombia.
En nuestro país, de acuerdo con cifras de 2022, los departamentos que más producen miel en Colombia son en su orden Antioquia, Sucre, Meta, Huila, Córdoba y Bolívar. Al igual que en otros países del mundo, los apicultores colombianos han incursionado en la producción de polen, línea que a nivel mundial es dominada por China y en Europa por España, para el caso colombiano a diferencia de la miel la producción está en los departamentos de Boyacá, Norte de Santander, Cundinamarca, Santander y Guaviare.
Agrosavia destaca que además de la miel y el polen, las abejas producen otros la jalea real, el propóleo, la cera y el veneno de abeja, de alta demanda para la salud y la cosmética.
Jóvenes en acción
Este año, el Día Mundial de las Abejas se centra en el tema “Compromiso con las abejas, de la mano con la juventud”, que destaca la importancia de implicar a los jóvenes en la apicultura y los esfuerzos de conservación de los polinizadores, ya que ellos son los guardianes del futuro nuestro medio ambiente.
La campaña de 2024, según la FAO, busca concientizar a los jóvenes y a otras partes interesadas sobre el papel esencial de las abejas y otros polinizadores en la agricultura, el equilibrio ecológico y la preservación de la biodiversidad. Al involucrarlos en actividades apícolas, iniciativas educativas y esfuerzos de promoción, lograremos inspirar a una nueva generación de líderes medioambientales y capacitarlos para que puedan influir positivamente en el mundo.
Naciones Unidas elaboró una lista breve de recomendaciones o consejos para contribuir a la conservación de las abejas en el mundo:
En la vida cotidiana,
- Cultiva una amplia variedad de plantas autóctonas que florezcan en diferentes épocas del año.
- Compra miel sin refinar a los agricultores de tu zona.
- Compra productos a agricutores que lleven a cabo prácticas agrícolas sostenibles.
- Protege las colonias de abejas silvestres.
- Apadrina una colmena.
- Deja un cuenco poco profundo con agua limpia y piedras o palos para que las abejas beban y no se ahoguen.
- Ayúdalas a mantener los ecosistemas forestales.
- ¡Crea conciencia sobre su situación, comparte esta información en tus círculos y redes sociales. El declive en el número de abejas nos afecta a todos!
En las labores de apicultura y la agricultura:
- Reservar algunas zonas como hábitat natural.
- Crear barreras vegetales.
- Reducir o modificar el uso de pesticidas.
- Respetar los lugares de anidación.
- Sembrar atractivos de cultivo alrededor del campo.
Por su parte, los gobiernos y encargados de políticas públicas debe fomentar la participación, el intercambio de conocimientos y empoderamiento de los pueblos rurales e indígenas, así como de las comunidades locales, aplicar medidas estratégicas, incluidos incentivos económicos para promover el cambio, e incrementar la colaboración entre organizaciones nacionales e internacionales, instituciones académicas y redes de investigación para gestionar, investigar y evaluar a los polinizadores y los servicios de polinización.
Más consejos para proteger a las abejas y los polinizadores