Al cumplirse dos años de la declaración del Distrito Nacional de Manejo Integrado Cinaruco, un área natural que alberga más de 68 aepecies de mamíferos, 178 aves, 176 peces, 74 reptiles y 670 plantas en las sabanas inundables de la Orinoquia, la comunidad se ha convertido en agente de conservación.
VILLAVICENCIO.- Conocer el territorio, articular acciones y generar confianza en los actores campesinos, indígenas e institucionales, fue una de las prioridades en la gestión desarrollada por Parques Nacionales Naturales de Colombia (PNN) al oficializar la declaratoria del Distrito Nacional de Manejo Integrado (DNMI) Cinaruco, un área protegida ubicada entre los municipios de Arauca y Cravo Norte, en el departamento de Arauca.
Un DNMI es un espacio geográfico en el que los paisajes y ecosistemas mantienen su composición y función, aunque su estructura haya sido modificada y cuyos valores naturales y culturales asociados se ponen al alcance de la población para destinarlos a su uso sostenible, preservación, restauración, conocimiento y disfrute. (Decreto 1076 de 2015); esta figura de conservación permite conciliar el uso sostenible como una estrategia para la conservación del territorio, de la mano con las comunidades locales.
En los dos años de existencia del DNMI Cinaruco, la participación comunitaria e institucional ha sido relevante para la construcción conjunta del Plan de Manejo para el área protegida, entendiendo las dinámicas socioecosistémicas, las necesidades de la gente, sus temores y expectativas. En este ejercicio, PNN se ha acercado a las Juntas de Acción Comunal de las siete veredas que integran el DNMI, con quienes se han desarrollado talleres enmarcados en la construcción de los componentes de Diagnóstico y Zonificación.
Además del diagnóstico socio ecosistémico, se avanza en las "Rutas del Conocimiento", espacios en los cuales los participantes aportan información técnica y de conocimiento tradicional sobre el territorio en temas como biodiversidad, cambio climático, servicios ecosistémicos, presiones, sistemas productivos, historias de poblamiento del territorio entre otros.
Durante estos dos años, PNN ha logrado que las comunidades campesinas promuevan el uso sostenible de los recursos naturales para el desarrollo de sus actividades productivas como la cría de cerdo y una ganadería tradicional que no deforesta, sino que aprovecha los pastos naturales. Acciones que hoy los destaca como agentes de conservación de los cinco ecosistemas identificados en esta región de la Orinoquia: sabanas inundables tropicales, humedales, bosques de galería tropicales, cuerpos de agua, playas y médanos.
Parques Nacionales Naturales resalta el compromiso de las instituciones y aliados estratégicos como la Gobernación de Arauca, el programa Riqueza Natural, y el Fondo Mundial para la Naturaleza - WWF, con quienes mancomunadamente se trabaja en el propósito de convertir al DNMI Cinaruco en un referente que articula la conservación y producción sostenible para la Orinoquia Colombiana.
La nueva área protegida, bajo la figura de Distrito de Manejo Integrado, alcanza las 332 mil hectáreas. Cinaruco alberga gran biodiversidad de la Orinoquia, contando a más de 68 especies de mamíferos, 178 de aves, 176 de peces, 670 de plantas y 74 de reptiles. Sus ecosistemas de humedal son estratégicos en la regulación hídrica y del clima de la Orinoquia.
Las comunidades campesinas llaneras que habitan la zona han logrado hacer un uso sostenible de los recursos naturales para desarrollar actividades productivas que les proveen un sustento diario; como la cría de cerdo y una ganadería tradicional que no deforesta sino que aprovecha los pastos naturales. Han trabajado como agentes de conservación de los cinco ecosistemas identificados en esta región de la Orinoquia: sabanas inundables tropicales, humedales, bosques de galería tropicales, cuerpos de agua, playas y médanos.
Al proteger las sabanas inundables de Arauca es posible mantener la dinámica natural de los ecosistemas inundables y cuerpos de agua como raudales, lagunas y ríos de Cinaruco y Capanaparo, cuencas binacionales de Colombia y Venezuela. Esta dinámica garantiza los medios de subsistencia de las comunidades campesinas e indígenas asentadas ahí. De igual manera, se preserva la cultura pues la relación entre la comunidad y la naturaleza es uno de los pilares sociales de este territorio.
Los pobladores son, en su mayoría, campesinos procedentes de Casanare y Arauca, que adquirieron sus predios a través de procesos de colonización de tierras baldías. Además, es un territorio ancestral de los pueblos indígenas Wamonae, Yaruro, Yamalero, Maiben-Masiware y Sáliva pertenecientes al resguardo Caño Mochuelo.
Con la declaratoria como área protegida se buscó minimizar las presiones sobre este territorio, como la extracción ilegal de flora y fauna con fines de comercialización, las quemas, tala selectiva, pesca y cacería no reguladas y la pérdida de la identidad llanera e indígena, entre otras.
El logro de este nuevo Distrito Nacional de Manejo Integrado en la Orinoquia, es fruto del liderazgo de la Alianza para la conservación de la biodiversidad, el territorio y la cultura, que desde 2016 apoya al Gobierno colombiano en el cumplimiento de su meta en materia de creación y ampliación de áreas protegidas. Está conformada por PNN, World Wildlife Fund (WWF), Wildlife Conservation Society (WCS), la Fundación Argos y la Fundación Mario Santo Domingo.