Café Nuestra Tierra es el producto que una comunidad de la etnia Nasa Yuwe, que fue desplazada del Cauca al departamento del Meta, busca posicionar en el país y en el mundo.
MESETAS (Meta).- “Nuestro café ha ganado tazas de la excelencia, hacemos un café especial, sembramos un café limpio, pensamos en el consumidor, con este café queremos contar la historia de nuestro pueblo”.
Así se refiere al trabajo de una 59 familias de la etnia Nasa Yuwe, la gobernadora del Resguardo Indígena Villa Lucía, Libia Omaira Epe, quien se ha propuesto el reto de posicionar nacional e internacionalmente la marca Café de Nuestra Tierra, que hoy se vende en el Barrio Centro de Mesetas, (Meta), a un precio que ronda los $16.000 mil por libra.
Para lograrlo el proyecto Mascapaz del Fondo Europeo para la Paz apoya con el fortalecimiento de la transformación del café especial producido en el resguardo, y el proceso de comercialización.
El Resguardo Indígena Nasa Villa Lucía es un lugar de difícil acceso. Ubicado entre los ríos Cafre, Berreador y Lucía, el recorrido inicia en la cabecera municipal de Mesetas; si el clima es seco, basta con 40 minutos en carro para avanzar 17 kilómetros entre paisajes selváticos. Luego, en un punto llamado La Granja, comienza el camino de herradura, al menos una hora a lomo de mula, al filo de abismos y cruzando cascadas.
Unas 59 familias de la etnia Nasa Yuwe viven allí y deben hacer este recorrido una y otra vez para bajar bultos de café listos para moler.
El pueblo Nasa proveniente del departamento del Cauca, llegó a Mesetas en 1974, por cuenta del conflicto armado y, casi sin darse cuenta, se instaló en lo más alto de la montaña para sembrar café y buscar nuevas oportunidades.
“Salimos de Suárez, Cauca, y vinimos a Mesetas en calidad de jornaleros, recogiendo café. En ese tiempo esto era zona cafetera. La tierra era buena, se daba maíz y frijol, entonces decidimos quedarnos y jornaleábamos en tiempo de cosecha. Ya en diciembre y enero nos veníamos a la montaña a sembrar nuestro café”, cuenta el indígena Nasa Hipólito Yandi Campo, de 62 años.
Libia Omaira Epe, gobernadora del Resguardo Indígena Villa Lucía, recuerda que cuando su generación empezó a cultivar utilizaban químicos, pero atendiendo la voz de sus mayores dejaron de usarlos y empezaron a cultivar orgánicamente.
Epe, quien lleva tres años al frente de la gobernación del Resguardo, sabe que su bastón de mando no solo la proyecta como autoridad en el territorio sino, además, como la responsable del futuro de su comunidad.
“Ser Gobernadora significa mucho, significa sentirse con esa confianza de la comunidad para que una mujer sea su líder. Como mujeres tenemos las mismas capacidades que un hombre, de pronto, somos más entregadas al proceso, nos preocupamos por el bienestar de la familia y los comuneros”, afirma Epe.
Según Edgar Avella, profesional de la Unidad de Gestión del proyecto Mascapaz, que ejecuta el Instituto Amazónico de Investigaciones Científicas SINCHI, es claro que, "hay alternativas económicas en las iniciativas indígenas. Nuestros resultados permitirán que la gente conozca los paisajes de Mesetas y sepan que aquí se hace el mejor café del mundo".
“Queremos darle gracias a la Unión Europea por tener en cuenta a las comunidades indígenas y que podamos trabajar bien todo estos proyectos que están en el territorio, ya hemos hecho varios con ellos y han llegado a feliz término. Esto hace que día tras día las familias del resguardo mejoren el bienestar de familia”, concluyó la gobernadora del Resguardo Indígena Villa Lucía.
Macarena Sostenible con Más Capacidad para la Paz, Mascapaz, es un proyecto del Fondo Europeo para la Paz de Colombia de la Unión Europea, ejecutado por el Instituto SINCHI con el apoyo de la Gobernación del Meta, la Agencia de Infraestructura del Meta, la Corporación Desarrollo para la paz del piedemonte oriental (Cordepaz), la Corporación para el Desarrollo Sostenible del Área de Manejo Especial de La Macarena (Cormacarena) y la Corporación por la Defensa Ambiental y el Desarrollo Sostenible del AMEM (Corpoamem).
Mascapaz da continuidad a los esfuerzos en favor de la solución política del conflicto armado en Colombia, así como apoyo a las primeras fases de implementación del Acuerdo de Paz en los municipios de Mesetas, Puerto Rico, San Juan de Arama y Vistahermosa, sector Norte de la región de la Macarena en el Sur del departamento del Meta.
El Fondo Europeo para la Paz tiene entre sus objetivos apoyar a Colombia en el desarrollo rural integral de las zonas más afectadas por el conflicto y apoyar la reincorporación social y económica de las víctimas y de excombatientes, en el marco de la implementación del Acuerdo de Paz.