Ante el XXXIX congreso de la Federación Colombiana de Arroceros (Fedearroz), la ministra de Agricultura Martha Viviana Carvajalino reconoció que "fue un error haber olvidado el campo" y se comprometió a trabajar por reconstruir la institucionalidad. Arroceros piden restituir incentivo al almacenamiento.
BOGOTÁ.- El retorno de la inseguridad en el campo, el mal estado de vías secundarias y terciarias -que dificultan el transporte de las cosechas- y la falta de una política de créditos adecuada, son algunos de los temas que preocupan al gremio de arroceros del país, que se extiende por varios departamentos como Tolima, Huila, Meta, Casanare, Cesar, Sucre y Santander.
Así lo plantearon en la instalación de su XXXIX congreso anual, ante una multitudinaria asistencia de delegados de todo el país, en las instalaciones del Hotel Hyatt, en Bogotá, y ante la ministra de Agricultura, Martha Viviana Carvajalino; el presidente de la SAC, Jorge Enrique Bedoya, directivos de Fedearroz y representantes de China, Panamá y Canadá, quienes se hicieron presente en el evento.
José Patricio Rojas, presidente de Fedearroz, quien destacó la adopción de nuevas tecnologías en el cultivo del arroz y el protagonismo de 12 cultivadores de diferentes departamentos del país que han transitado con éxito a la adopción de nuevas tecnologías, también hizo un llamado al Gobierno para que restablezca el incentivo al almacenamiento, que se había creado hace 30 años, con el cierre del Idema y que fue eliminado en 2023. Al advertir que esta era la única ayuda real con efectos positivos, especialmente en momentos de crisis, el directivo gremial reiteró la necesidad de restaurarlo. "Los agricultores lo necesitamos y nos lo merecemos", enfatizó.
De igual manera, el presidente gremial lamentó la falta de sistemas de riego, especialmente en las zonas arroceras. En ese sentido, indicó que en 70% del territorio agrícola no se cuenta con dichos sistemas, que le permitirían a sectores como el arrocero convertirse en una verdadera potencia productiva y contribuir así, en mayor medida, a la seguridad alimentaria.
Por su parte, el gerente de la Federación, Rafael Hernández, indicó que el sector atraviesa por un momento crucial para afianzar su nueva misión frente a amenazas como la del cambio climático. En ese sentido, dijo que de la mano de las instituciones de investigación se avanza en la búsqueda de variedades resistentes a la variabilidad climática y a las plagas. Al respecto, destacó que Fedearroz participa en el programa de Colombia Agroalimentaria Sostenible, para lo cual se desarrollan proyectos como el túnel de calor en Saldaña (Tolima), con el fi de evaluar materiales a altas temperaturas. Igualmente, están desarrollando investigaciones sobre la condición física de los suelos y especies tolerantes al estrés hídrico.
El vocero gremial destacó, además, que los arroceros avanzan hacia la transición energética con plantas que funcionan con paneles fotovoltaicos, en el marco de prácticas agrícolas más sostenibles. El gerente de la Federación también destacó los resultados del censo arrocero realizado en 2023 con apoyo del DANE, ya que se obtuvo información valiosa sobre los 13.000 productores que tiene el país.
A su turno, el presidente de la Junta directiva de Federarroz, José Patricio Vargas, destacó que gracias a las nuevas tecnologías, el sector ha logrado mejores rendimientos con menor inversión con modernas plantas instaladas en Puerto López (Meta), Pore (Casanare) y Espinal (Tolima)
El directivo reiteró el llamado al Gobierno frente a la preocupante situación de inseguridad: "vamos con perplejidad que violentos de todas las pelambres azotando nuestra actividad", anotó.
En cuanto a la falta de distritos de riego, recordó que el último de estos "se instaló en el gobierno de Mariano Ospina, de 1948 a 1953". Y trajo a colación el caso del Perú, donde según explicó, con un solo distrito de riego los cultivadores participan en la exportación del grano. El directivo hizo énfasis en "la necesidad de reconstruir la confianza en los agricultores para poder trabajar”.
Al hacer un balance de las realizaciones de la Federación Nacional de Arroceros en los últimos dos años, ante el XXXIX Congreso Arrocero, el gerente general de la agremiación, destacó la inversión con recursos propios y provenientes del Fondo Nacional del Arroz, lo que ha permitido avances significativos en competitividad de la actividad arrocera en Colombia, frente al arroz de Estados Unidos, gracias a la implementación que se viene dando del programa Adopción Masiva de Tecnología Amtec de Fedearroz .
“El Amtec es la gran brújula que ha venido orientando el camino recorrido por la Federación, para enfrentar los retos del Cambio Climático y la apertura de los mercados”. “Es crucial el papel que hoy juega el programa. Alrededor del mismo venimos promoviendo el uso de tecnologías avanzadas y prácticas agrícolas eficientes, que no solo incrementan la productividad, sino que reducen los costos de producción y el impacto ambiental”, anotó.
“Teniendo en cuenta el costo por tonelada de paddy seco en dólares como parámetro para evaluar la competitividad con el arroz importado de Estados Unidos, se obtuvo que en el 2023 los lotes de quienes implementaron el AMTEC, presentaron un costo promedio por tonelada de paddy seco de 332 USD, mientras que el costo por tonelada de paddy seco en el conjunto de los productores a nivel nacional, fue de 398 USD. Esto significa, que los lotes AMTEC, fueron un 26% más competitivos con respecto al costo por tonelada del arroz traído de Estados Unidos, que estuvo en 443 USD para el 2023”, explicó Rafael Hernández.
La ministra de Agricultura, por su parte, reconoció que haber olvidado el sector fue un error y se mostró confiada en que "podemos hacer que el campo sea una alternativa de producción, al señalar que el arroz representa una importante herramienta de seguridad alimentaria en el país, que podría contribuir a solucionar la crisis por la situación de pobreza.
Al abordar este tema, la funcionaria se refirió a 3 crisis que afronta el país, la primera de las cuales es justamente la pobreza. En segundo lugar, mencionó la crisis climática, que exige no solo adaptarse a la variabilidad, sino también frenar el calentamiento, lo cual implica una transición energética, cuidar los suelos y ordenarlos alrededor del agua.
Para la ministra, la tercera crisis la constituye la violencia, por lo cual expresó el interés gubernamental para que la semilla del arroz llegue a ser "la semilla de la paz". Para ello, considera que en 2025 se debe trabajar para buscar rutas que permitan que la actividad agropecuaria crezca para enfrentar el libre mercado.