En las más de 114 millones de hectáreas de Colombia habitan por lo menos 520 especies de mamíferos, pero esta riqueza podría ser más elevada, si se tienen en cuenta los vacíos de información, advierte el instituto Alexander von Humboldt.
BOGOTÁ D.C.- El territorio nacional alberga 58 especies de mamíferos endémicos, es decir, que no habitan en ninguna otra parte del mundo, 57 catalogadas como migratorias y 42 que figuran en alguna de las categorías de amenaza, según el Sistema de Información sobre Biodiversidad de Colombia (SiB Colombia).
Los mamíferos abundan como en botica, desde ballenas de gran tamaño, delfines de río y mar, misteriosos felinos como el jaguar y puma, osos andinos, primates juguetones, venados saltarines, dantas que esparcen semillas, murciélagos y marsupiales, hasta diminutos roedores.
Ls cifras de mamíferos, que van desde desde ballenas, delfines de río y mar, pasando por misteriosos felinos como el jaguar y puma, osos andinos, primates juguetones, venados saltarines, dantas que esparcen semillas, murciélagos y marsupiales, hasta diminutos roedores, convierten a Colombia en el sexto país más rico en mamíferos del planeta, ya que concentra más del 8 % de las 6533 especies registradas a nivel global. Sin embargo, esta riqueza nacional podría ser mucho más elevada.
Así lo revela un reciente análisis sistemático sobre la distribución temporal y espacial de mamíferos silvestres terrestres continentales de Colombia (https://revistas.unal.edu.co/index.php/cal/article/view/85443/79004), insumo elaborado por seis investigadores que revela profundos vacíos de información en cuanto a los registros de este grupo de animales.
"Luego de compilar los registros primarios de mamíferos encontrados en plataformas de biodiversidad, evidenciamos grandes vacíos de información. Por ejemplo, los órdenes de estos animales presentan una representatividad menor al 50 % en los departamentos y ecorregiones de Colombia", aseguró Andrés Felipe Suárez Castro, biólogo del Instituto Humboldt y líder de la investigación.
Recopilando datos
El Instituto Humboldt y la Sociedad Colombiana de Mastozoología llevan varios años analizado los Datos Primarios de Biodiversidad (DPB) sobre los mamíferos del país, información depositada en plataformas como el SiB Colombia y la Global Biodiversity Information Facility (GBIF).
"Estos análisis mostraron vacíos de información a nivel espacial y temporal, un panorama que nos llevó a seis investigadores a indagar más a fondo sobre los registros y la distribución a nivel departamental y de ecorregiones, un trabajo que fue financiado a través de una beca postdoctoral de Colciencias", dijo Suárez Castro.
A finales de 2019, Suárez, Héctor Ramírez (Universidad de Caldas), Elkin Noguera (Instituto Humboldt), Jorge Velásquez (National Audubon Society), José González (ProCAT Colombia) y Diego Lizcano (The Nature Conservancy) iniciaron la recopilación general de los registros.
"Encontramos 77 603 registros de mamíferos en ambas plataformas, datos que luego fueron filtrados con la información de los ejemplares que reposan en las colecciones biológicas y las imágenes de trampas cámara. Este filtro arrojó 14 751 registros para 418 especies", informó el investigador del Humboldt.
Luego, los científicos analizaron los polígonos de distribución de mamíferos de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), los cuales sirvieron de proxy para estimar la cantidad de especies presente en los departamentos y ecorregiones de Colombia. "Esta información fue comparada con los registros que encontramos en las plataformas y Datos Primarios de Biodiversidad", precisó Suárez Castro.
Este estudio, que será publicado este año en la revista Caldasia de la Universidad Nacional de Colombia y ya está disponible para consulta (https://revistas.unal.edu.co/index.php/cal/article/view/85443/79004), también calculó la diferencia media entre el número de años de los registros y las áreas con vacíos de información donde dominan las presiones causadas por las actividades antrópicas.
Amazonia: mucho por estudiar
Los investigadores evidenciaron que la representatividad promedio de los registros de mamíferos terrestres de Colombia es baja y variable: 48 % para los departamentos y 42 % para las ecorregiones.
Las áreas con mayores registros (representatividad superior al 60 %) fueron las tierras bajas de la región Andina, el occidente del Caribe y algunas zonas de la Orinoquia, e incluyen los bosques del valle del Magdalena, bosques húmedos del Valle del Cauca, áreas secas entre La Guajira y Barranquilla, bosques montanos de la cordillera Oriental y sabanas inundables y altillanuras cerca del piedemonte llanero.
"Aunque estas regiones cuentan con una mayor cantidad de registros de mamíferos, nuestro análisis concluye que en general todo el país presenta grandes vacíos de información. Una representatividad inferior al 50 % es demasiado baja para un territorio tan biodiverso como Colombia", contó Suárez Castro.
La Amazonia y la Orinoquia guayanesa son las regiones con una representación más pobre de mamíferos. Según los expertos, esto se debe a que son los sitios menos muestreados y explorados por factores como lo complicado de su geografía y el conflicto armado.
"Los bosques húmedos transicionales entre la Orinoquia y Amazonia, en los límites con Guaviare, Caquetá y Vichada, tienen una representatividad demasiado baja (no mayor al 20 %); es decir que se encuentran pobremente estudiados", anotó el investigador del Humboldt.
La Sierra Nevada de Santa Marta y los manglares del Pacífico también figuran en las ecorregiones con mayores vacíos de información. En la primera, los polígonos de la UICN mostraban 158 especies, pero las plataformas y colecciones solo arrojaron ocho.
A nivel departamental, Santander, Caldas, Tolima, Cundinamarca y Meta mostraron los mayores valores de representatividad de mamíferos, lo opuesto a Guainía, Vaupés y Guaviare (valores inferiores al 30 %).
En Guainía, por ejemplo, los expertos esperaban encontrar 181 especies, pero en los datos disponibles solo aparecieron 31 registradas (17,1 % de representatividad). Este panorama fue similar en Vaupés, con 185 especies esperadas y solo 36 registradas.
"Esto es entendible porque son zonas de difícil acceso y con problemas de orden público, lo que ha evitado hacer muestreos en sus ecosistemas. Además, Colombia no ha consolidado un plan claro para hacer un inventario de la biodiversidad en todo el país de una forma más holística", cuenta Suárez Castro.
El análisis también arrojó que hay zonas relativamente cercanas a los principales asentamientos humanos con valores bajos de representatividad de mamíferos, como es el caso de los páramos del norte de los Andes, bosques húmedos del occidente y el Catatumbo y los bosques montanos de Santa Marta.
"Este estudio demuestra que en todo Colombia persisten vacíos importantes de conocimiento para la mayoría de los órdenes de mamíferos, en especial en las regiones que son consideradas como los mayores epicentros de biodiversidad", revelan los seis científicos en el artículo científico.
Falta constancia
Para Suárez Castro y los demás investigadores, el esfuerzo de muestreo de mamíferos por año y década en Colombia no ha sido constante, aunque destacan que los registros vienen en ascenso desde las décadas de los 70 y 80.
"Analizamos los datos en celdas de 50 por 50 kilómetros con el fin de identificar cuántas veces habían sido muestreadas cada una de las órdenes de mamíferos. Uno de los hallazgos es que la mayoría de las celdas han sido muestreadas menos de cuatro años en promedio por orden, una cifra bastante baja".
Solo los carnívoros, murciélagos, marsupiales y roedores han sido muestreados durante más de 10 años, todos en las regiones Andina y Orinoquia. "Esto demuestra que el monitoreo temporal a nivel de poblaciones se ha quedado corto. Hay que ver cómo incrementar esa cobertura temporal", complementa el biólogo del Humboldt.
El orden Eulipotyphla, donde están las musarañas, presenta vacíos de información de más de 30 años entre los registros. Según Suárez Castro, esto es grave porque no hay seguridad que las especies hayan sobrevivido a los cambios de uso del suelo y transformación de los hábitats. "Las musarañas, mamíferos pequeños y de zonas andinas, son las que tienen registros más espaciados".
Los mamíferos de tamaño grande como los ungulados de dedos pares e impares (Artiodactyla y Perissodactyla) cuentan con pocos registros en el país, mientras que los de pequeño porte presentan una mayor representatividad espacial y temporal.
"Esto tiene que ver con las técnicas de muestreos. Por ejemplo, contamos con una mayor cantidad de datos de murciélagos y roedores porque se pueden capturar con redes de niebla y trampas Sherman. Sin embargo, en los últimos 10 años ha incrementado la información de mamíferos grandes y medianos por medio de las trampas cámara", indicó Suárez Castro.
Especies endémicas de pequeños mamíferos como roedores, marsupiales y murciélagos están poco representadas y registradas en sitios puntuales. Este es el caso de ocho especies únicas de murciélagos, que solo son conocidas en menos de 25 localidades.
"La curva de acumulación de especies de mamíferos a nivel nacional no alcanzó una asíntota, es decir que tiene un comportamiento lineal. Esto indica que el muestreo de la diversidad de mamíferos de Colombia es bastante incompleto, por lo cual cabe la posibilidad de encontrar nuevas especies en áreas pobremente muestreadas", dicen los investigadores.
Los expertos encontraron que no existe un incremento claro en el esfuerzo de muestreo a lo largo del tiempo. "Los mayores esfuerzos de recolección corresponden a estudios de enfermedades zoonóticas en mamíferos durante las décadas de los 60 y 70. Hoy en día, el pico más reciente corresponde al auge de las trampas cámara como método de muestreo".
Áreas prioritarias
Los investigadores recomiendan que el muestreo de mamíferos en Colombia debe concentrarse en zonas como los bosques tropicales de la Amazonia, en los límites de los departamentos del Caquetá y Amazonas, además en el Escudo Guayanés en la región de la Orinoquia.
"Estos son los territorios menos muestreados y más biodiversos, por lo cual los esfuerzos deben estar enfocados allí para ir llenando los vacíos de información. Otras zonas prioritarias son los bosques del Vaupés, sabanas hiperestacionales y de altillanura plana en Vichada y las sabanas inundables de Arauca y Casanare".
El análisis también muestra que es necesario priorizar zonas con una alta presión antrópica, como los bosques secos adyacentes a la Sierra Nevada de Santa Marta, bosques húmedos de la Amazonia en Guaviare y los llanos entre Casanare, Vichada y Meta.
"Aumentar la cobertura y representatividad de los Datos Primarios de Biodiversidad requiere análisis detallados de riesgo de transformación de paisaje, donde existe una alta probabilidad de que ocurran procesos de extinción local", cita el artículo.
En zonas de la Orinoquia y Amazonia en las fronteras con Venezuela, Brasil y Perú, varias de las especies de pequeños mamíferos carecen de registros verificados en Colombia. "Es posible que más de 20 especies de pequeños mamíferos registradas en Brasil, Ecuador, Panamá y Perú se encuentren en Colombia en áreas pobremente muestreadas", revela la investigación.
Para llenar los principales vacíos de conocimiento sobre los mamíferos, Suárez Castro manifestó que es necesario continuar con iniciativas como las expediciones BIO o monitoreos realizados por entidades como en Instituto Sinchi en la Amazonia.
"El acceso a las bases de datos de las plataformas nos ha permitido ampliar el conocimiento sobre los registros de las especies. Sin embargo, es necesario que toda esta información sea publicada y esté disponible para consulta de toda la ciudadanía. Las nuevas herramientas tecnológicas nos permiten registrar los hallazgos, registros que son curados por expertos".
Los investigadores también sugieren realizar inventarios por medio de herramientas de ciencia ciudadana y los datos de los estudios de impacto ambiental, además de destinar mayores recursos para seguir estudiando la biodiversidad del país.
"Es necesario continuar con el fortalecimiento institucional para reportar y curar la información proveniente de múltiples fuentes, además de priorizar evaluaciones ecológicas rápidas, el fortalecimiento de las colecciones y la liberación de información mediante bases de datos en línea".
Para Suárez Castro, Colombia debe fortalecer las colecciones biológicas del país y aumentar el presupuesto para que más investigadores puedan discernir los patrones de la biodiversidad de una forma más robusta.
"Además, como investigadores tenemos la tarea de publicar la mayor cantidad de registros en las bases de datos y llevarlos a las colecciones biológicas, insumos que nos van a permitir llenar esos vacíos de información que hay sobre mamíferos y los demás representantes de nuestra fauna silvestre", afirmó el biólogo del Humboldt.