Ciudades como Bogotá y Medellín han registrado una considerable mejoría en los índices de calidad del aire, asegura el Ministerio de Ambiente. No obstante, académicos alertan sobre el efecto de los incendios forestales.
BOGOTÁ D.C.- La calidad del aire en el país ha tenido una considerable mejoría en la última semana, según lo demuestran las estaciones de monitoreo instaladas en distintas ciudades del país, asegura el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible (MADS), según el cual, la capital colombiana pasó de tener 4 estaciones en verde (óptima calidad) a 11 estaciones, desde el martes 25 de marzo al miércoles 26, y Medellín disminuyó de 9 a 4 estaciones rojas.
“Se espera que durante el fin de semana se presenten precipitaciones en estas ciudades, las cuales ayudarán a diluir esos contaminantes presentes en el aire para tener una atmósfera más limpia”, indicó Álex Saer, Director de Asuntos Ambientales, Sectorial y Urbana del MADS.
De igual manera, el funcionario explicó que si bien en los últimos días hay restricciones en la movilidad, a raíz del aislamiento obligatorio preventivo dispuesto por el Gobierno nacional en Colombia, la reducción de los contaminantes en el aire no se registra de manera inmediata, teniendo en cuenta, además, que una gran cantidad de vehículos de carga de las cadenas de abastecimiento siguen rodando por las ciudades y las condiciones meteorológicas han permitido que el material particulado persista en el aire.
Respecto a los incendios y su influencia en la calidad del aire, el Director Saer señaló que, según la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo (UNGRD) a hoy viernes 27 de marzo, solo se registran 3 incendios en proceso de verificación y atención en todo el territorio nacional. Agregó que aún cuando estos pueden influir en los índices de calidad del aire no son la principal causa de contaminación en este momento y se están atendiendo con la diligencia debida para minimizar sus impactos en el ambiente.
En cuanto a la hipótesis que ha venido circulando sobre la posible relación entre la calidad del aire de los centros urbanos y la propagación del coronavirus, el Director de Asuntos Ambientales, Sectorial y Urbana del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible señaló que no existe ninguna prueba científica válida hasta el momento que soporte dicha afirmación.
“No podemos darle credibilidad a afirmaciones que no tienen el suficiente soporte científico. Se dice que en aquellas ciudades en dónde hay mayor presencia de material particulado, hay mayor crecimiento de los casos positivos de coronavirus, pero eso no significa que lo uno genere lo otro, simplemente podría tratarse de que, en los lugares con mayor actividad productiva e interacción social aumenta el riesgo de propagación del virus”, argumentó.
Alerta por incendios forestales
Aunque el aislamiento preventivo obligatorio para evitar la propagación del coronavirus está generando un cambio positivo en las ciudades, el humo contaminante de incendios forestales en el Caribe y Orinoquia colombo-venezolana sigue afectando el índice de calidad del aire en ciudades como Bogotá, Medellín y Bucaramanga.
“En este momento estamos en el pico de quemas, es decir, es cuando más incendios forestales hay tanto en Colombia como en Venezuela”, advirtió, por su parte, el profesor Luis Carlos Belalcázar, profesor asociado del Departamento de Ingeniería Química, de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), en un comunicado de prensa difundido por la Agencia de Noticias de esa Institución.
Para el docente, esta afectación se debe en gran medida al humo transportado por los vientos en grandes distancias, provenientes de incendios forestales en el Caribe, y en la Orinoquía colombo – venezolana.
Las redes de vigilancia y monitoreo de la calidad del aire en las ciudades mencionadas han mostrado concentraciones de material particulado, que exceden los niveles salubres para la población.
Si bien ésta es una situación recurrente en los primeros meses de cada año, en el 2020 ha sido particularmente desfavorable en la mayor parte del país.
A la actual situación se le suman emisiones de vehículos de todo tipo, de industrias y comercios, y aportes de incendios forestales en el resto de las regiones.
Para el Ingeniero químico y ambiental, y también profesor asociado, Néstor Rojas, esta situación es preocupante, puesto que pese a ser un fenómeno recurrente que se presenta en el primer trimestre de cada año, en esta ocasión se ha prolongado por más tiempo de lo previsto, causando que los efectos comiencen a ser mucho más severos para la salud de la población.
Ya que la atmósfera es muy dinámica, y los contaminantes generados en una región se mueven con el viento, esto ocasiona que el humo de los incendios sea transportado por el aire, incluso por grandes distancias, como en el caso de Australia, donde el humo llegó hasta Argentina.
Por su parte, el profesor Belalcázar señala que se ha encontrado, por monitoreo satelital, que los contaminantes en la zona sur del país también son elevados en ciudades como Florencia, Mocoa, Puerto Asís y Puerto Gaitán, donde el nivel de contaminación es igual y a veces superior a los de Bogotá y Medellín.
A pesar de que a nivel local, los gobiernos han acertado en medidas como la restricción de la movilidad, y el “pico y placa” para los vehículos, este es un problema de carácter nacional e incluso internacional, para el cual el Gobierno debe tomar acciones para apagar los incendios forestales y contrarrestar los efectos que podrían incidir en la salud de los ciudadanos.