Cali, Febrero 13 de 2011.- En Villa Lorena, un zoológico ubicado en Cali y que se dedica exclusivamente a albergar a animales que han sido prácticamente desahuciados por los médicos veterinarios, cada cuadro clínico es una historia aberrante del comportamiento de los narcotraficantes.
La revista on line Kien&Ke, cuenta la historia de la huella dejada por los narcos en varios animales, desde un loro hasta un imponente león.
Cuenta, por ejemplo la historia de un puma al que por orden de su improvisado dueño, le arrancaron los colmillos y las garras. Como consecuencia de la cirugía, el animal sufrió una infección que obligó a amputarle una de sus piernas.
En el Zoológico de Villa Lorena, hay también un león que perteneció a un extinto mafioso de Manizales que le inyectaba whisky y humo de marihuana.
Otro lamentable caso es el de Yeyo, un mono atrofiado por el aturdimiento de un ebrio que al emborracharse lo cogía a patadas para vengarse del abandono de su esposa. Cuando llegó al zoológico, le faltaba un ojo, tenía la mandíbula rota, la cola partida, las costillas astilladas.
El informe de Kien&ke, señala, sin embargo, que no todos los atropellos provienen de la mafia, pues en Villa Lorena también hay tigrillos ciegos, perros de monte cercenados por campesinos borrachos, un cocodrilo sin manos, monos con balas incrustadas en la espalda, guacamayas sin alas, búhos atrofiados a pedradas.