Medellín, marzo 8 de 2012.- Los habitantes de Medellín y el Valle del Aburrá siguen apostándole a una mayor conciencia ambiental, con la tendencia creciente al uso de combustibles limpios.
Según información oficial de las Empresa Públicas de Medellín, EPM, ya suman 40 mil los vehículos -entre públicos y particulares- que ruedan por el Área Metropolitana, impulsados con gas natural.
El uso de tecnología de punta en los talleres autorizados, con procedimientos de conversión totalmente sistematizados, ha resultado clave en esta evolución cultural, sostiene EPM. "Son procesos de altísima eficiencia, que cumplen con todas las normas nacionales e internacionales de calidad, que sólo pueden ejecutarse en instalaciones avaladas por el Ministerio de Minas y Energía, vigiladas por la Superintendencia de Industria y Comercio y certificadas por Icontec o Bureau Veritas (BVQI)".
En la ciudad y en la región el cuidado de los recursos naturales se está imponiendo como un proyecto de vida, y prueba de ello es el premio internacional Sustainable Transport Award, otorgado recientemente a Medellín como reconocimiento al trabajo realizado en materia de transporte sostenible y amigable con el medio ambiente, señala el comunicado de prensa.
Además de su contribución al aire que respiramos y de manera especial a la problemática de salubridad que afrontan los ciudadanos por cuenta del uso de otros combustibles en el transporte vehicular, el GNV ofrece innegables ventajas comparativas, de las cuales
pueden dar fe los 40 mil conductores que se movilizan diariamente gracias a él.
Ahorros hasta del 50% en cada ?tanqueada?, disminución en los costos de mantenimiento, menos cambios de aceite y mayor durabilidad en la vida útil del motor, los lubricantes y las bujías, son algunas de las bondades del GNV, a las cuales se suma la exención de la medida de pico y placa en la ciudad de Medellín.
En concepto de EPM, atrás están quedando mitos como el de la pérdida de fuerza en los vehículos adaptados a GNV, o el de los motores que se dañan o quedan con ?falladera?, como se dice en Antioquia en términos coloquiales. Marcas como Toyota, Mazda, Mitsubishi, Nissan, KIA, Hyundai, Ssangyong y Renault están convirtiendo a gas sus vehículos cero kilómetros en talleres especializados y autorizados de la ciudad antes de sacarlos al mercado, lo que certifica su confianza en el proceso de conversión.
Técnicamente consiste en la instalación de un paquete de accesorios (computador, inyectores, sensores), importados por los talleres con todas las normas internacionales de calidad. Es un sistema de inyección de gas que requiere muy poco espacio, paralelo al de inyección de gasolina. Esto significa que los vehículos quedan equipados con los dos combustibles para la libre elección de quien lo maneje. Si en el futuro su propietario quiere cambiar su vehículo, puede desmontar el paquete de gas e instalarlo en un carro nuevo sin ninguna afectación. En otras palabras, funciona como un accesorio más.
Una prueba importante del buen comportamiento de los vehículos equipados con GNV la aportan los 10 buses de servicio público de la ruta Bello-Medellín, que desde marzo de 2008 a la fecha han recorrido un poco más de tres millones de kilómetros. Es una experiencia que ha registrado valiosos resultados, no solo para la sostenibilidad financiera de la empresa propietaria de la flota, sino desde el punto de vista ambiental.
Recientes análisis de expertos han evidenciado mayores porcentajes de reducción en la contaminación cuando el GNV es usado en buses y en vehículos de carga con mayor cilindraje. Por sus mayores beneficios para la población y por los significativos ahorros en los consumos, es un argumento que deberá tenerse en cuenta a la hora de desarrollar estrategias e iniciativas orientadas a incentivar el uso del gas natural.
El crecimiento de la cultura del GNV ha ido a la par con el de las estaciones de servicio. A la fecha, 62 estaciones respaldan las necesidades de los clientes, localizadas en lugares estratégicos de Rionegro La Ceja y los 10 municipios del Valle de Aburrá.