BOGOTÁ, Abril 30 de 2014.- La organización ambiental CENSAT Agua Viva - Amigos de la Tierra Colombia, expresó su respaldo a las jornadas de movilización que se desarrollan en Colombia y que desde el pasado 28 de abril adelantan el Paro Nacional Agrario acordado por las organizaciones indígenas, campesinas, afrodescendientes, ambientalistas, urbanas, etcétera, y diferentes sectores que se reunieran el pasado mes de marzo en la Cumbre Nacional Agraria, Campesina, Étnica y Popular.
Los siguientes son apartes del comunicado difundido por voceros de la organización:
Consideramos que la decisión de la jornada de movilización, que incluye el Paro Nacional Agrario, hace parte de una serie de reivindicaciones legitimas de la sociedad organizada en Colombia, que reúne dentro de un pliego unificado 8 puntos que sintetizan las principales demandas y preocupaciones de las organizaciones y movimientos sociales frente a la problemática agraria, el modelo de libre comercio y la política minero - energética, aspectos que afectan al agro y al campesinado.
En diferentes puntos de la geografía nacional se realizan en este momento concentraciones y movilizaciones de sectores populares que solicitan sus demandas sean tomadas en cuenta por el gobierno Santos, y no debieran ser estigmatizadas por miembros del gabinete ministerial y funcionarios estatales como actividades con fines electorales e infiltradas por organizaciones insurgentes. Estas apreciaciones que se transmiten desde los medios de comunicación oficiales no contribuyen a avanzar en la construcción de escenarios para acordar el futuro del campo colombiano.
Por tanto, enmarcados en el derecho constitucional a la libre movilización y a la protesta social, solicitamos al Estado colombiano y al gobierno nacional se entreguen todas las garantías para él, cumplimiento efectivo de dichos derechos, y se cumplan todas las disposiciones legales y constitucionales para proteger a quienes al momento se encuentran ejerciendo su derecho de movilización y protesta.
Solicitamos también a las organizaciones nacionales e internacionales ambientalistas, de derechos humanos y de comunicación popular mantenerse atentos a la situación actual y al rumbo que puedan tomar las manifestaciones y las conversaciones con el Gobierno, siempre en el intento por la dignificación y mejoramiento de las condiciones de vida de las y los colombianos.