Bonn/Nairobi, 9 de mayo de 2016.- La Convención sobre las Especies Migratorias, CMS, anunció la creación del Grupo de acción intergubernamental sobre la matanza, la captura y el comercio ilegales de aves migratorias en el Mediterráneo, integrado por gobiernos y la Comisión Europea.
Formarán también parte de la coalición organizaciones de las Naciones Unidas, tales como el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, PNUMA, la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, ONUDD, los tratados ambientales internacionales, la Interpol, las organizaciones que se ocupan de la aplicación de las leyes y las organizaciones judiciales, las comunidades de cazadores y las organizaciones no gubernamentales.
El anuncio se dio la víspera del Día Mundial de las Aves Migratorias 2016, que se celebró en todo el mundo el 10 de mayo bajo el lema ¿y cuando en el cielo cae el silencio? ¡Pongamos fin a la caza furtiva y al comercio ilegal!, para destacar en qué forma los delitos contra la fauna silvestre afectan a numerosas especies de aves migratorias.
Según BirdLife International, se estima que cada año se matan ilegalmente unos 25 millones de aves, entre ellas especies amenazadas de aves acuáticas, pájaros cantores y aves rapaces en torno al Mar Mediterráneo solamente, frustrando así los esfuerzos por protegerlos.
El Día Mundial de las Aves Migratorias es organizado conjuntamente por la CMS y el Acuerdo sobre las aves acuáticas migratorias de África y Eurasia (AEWA), que son tratados internacionales administrados por el PNUMA.
El Director Ejecutivo del PNUMA, Achim Steiner, declaró: Durante sus largos viajes, las aves migratorias entran en conflicto con diversos obstáculos naturales, desde los depredadores a la intemperie. No deberían tener que esquivar además las garras prensiles del comercio ilegal de la fauna silvestre. La captura y la matanza ilegales de aves no sólo amenazan la supervivencia de las especies, sino también los ecosistemas, las comunidades y los medios de vida.
Así, el Día Mundial de las Aves Migratorias no se dedica exclusivamente a las aves, sino que se celebra también para recordarnos la función que desempeñan tanto para el planeta como para las personas.
La caza de aves se ha practicado tradicionalmente en el Mediterráneo durante siglos, pero el reciente aumento de las actividades ilegales, tales como la caza furtiva y la captura con trampas, están poniendo en peligro muchas especies amenazadas que ya están sujetas a otras presiones, como el cambio climático y la pérdida de hábitat.
Los delitos contra la fauna silvestre son hoy claramente una de las mayores amenazas para algunos de los animales silvestres más emblemáticos del mundo, tales como los elefantes, gorilas y antílopes adax. Lamentablemente, afectan también cada vez más a millones de aves migratorias que se desplazan a lo largo de todos los principales corredores aéreos del mundo, dijo Bradnee Chambers,
Jacques Trouvilliez, Secretario Ejecutivo del AEWA declaró: "Las aves migratorias se enfrentan a presiones crecientes a lo largo de sus recorridos, y la pérdida y degradación de sus hábitats son los más difíciles de abordar. Pero también están expuestas a la matanza, la captura y el comercio ilegales. Ya no podemos decir que estas prácticas son tradicionales, puesto que el equipo utilizado para capturar las aves es ahora más eficiente. Las redes de niebla de nylon son casi invisibles para las aves.
Como consecuencia, se capturan más aves de poblaciones ya en declive. Debemos acabar con la matanza ilegal ahora, si no queremos que nuestros cielos caigan en el silencio, advirtió.
Cada año, hasta 6,2 millones de aves exhaustas, que migran entre sus áreas de reproducción y de hibernación, son atrapadas en redes extendidas ilegalmente por centenares de kilómetros a lo largo de la costa del norte de África. Los menos afortunados sufren una muerte agonizante en trampas de palo a base de ramitas cubiertas con una cola muy pegajosa. Se estima que cada año mueren hasta 2 millones de currucas capirotadas en este tipo de trampas.
El grupo de acción intergubernamental ha anunciado hoy que añadirá un nuevo impulso a los esfuerzos internacionales para hacer frente a la matanza, la captura y el comercio ilegales de aves acordando nuevas directrices, recomendaciones y planes de acción para abordar las causas de la caza furtiva.
Este equipo trabaja para cambiar las prácticas de caza en la región, con objeto de ajustarlas a las leyes nacionales e internacionales. Tratará también de mejorar la aplicación de estas leyes mediante la capacitación de la policía y el poder judicial local, el intercambio de información, la promoción de políticas de disuasión y prevención para poner fin a las matanzas en gran escala de las aves migratorias que tienen lugar actualmente.
Se espera que el Grupo de acción, que celebrará su primera reunión en El Cairo del 12 al 15 de julio de 2016, pueda replicarse en otros corredores aéreos importantes de todo el mundo.
El estudio socioeconómico sobre la caza y la matanza ilegal de aves a lo largo de la costa mediterránea de Egipto, que publicará BirdLife International en el Día Mundial de las Aves Migratorias, constituirá un importante aporte para esta reunión.
La lucha contra la caza y el comercio ilegales de fauna silvestre, incluidas las aves, y la movilización de medidas mundiales relacionadas con esta cuestión constituirán también el tema central del Día Mundial del Medio Ambiente 2016, que se celebrará el 5 de junio y será acogido por Angola, bajo el lema "Go Wild for Life". Se emprenderá también una campaña mundial de las Naciones Unidas destinada a obtener apoyo para poner fin al comercio de muchas especies y sus productos.
AMENAZAS HUMANAS
La matanza ilegal afecta gravemente a varias especies protegidas por la CMS y el AEWA que están amenazadas de extinción en el mundo. En el Asia oriental y sudoriental, el correlimos cuchareta que cuenta con una población mundial estimada en apenas 120-200 parejas ha experimentado una reducción del 88% desde 2002.
El envenenamiento causa una elevada mortalidad en las aves migratorias, que afecta gravemente a las especies amenazadas y a determinadas aves de presa, en particular. Una variedad de toxinas utilizadas en los insecticidas y plaguicidas, que se acumulan en los ecosistemas, son mortales para las aves. Los cebos envenenados, utilizados en la lucha contra los depredadores, pueden también diezmar las poblaciones locales de aves carroñeras como los buitres y milanos. Las municiones y los pesos de pesca de plomo representan una amenaza particular para las aves acuáticas.
Los residuos de un medicamento veterinario (diclofenaco) en cadáveres de ganado doméstico llevaron a tres especies de buitres al borde de la extinción en la India. Las poblaciones de la mayoría de las especies de buitres están disminuyendo en todo el mundo a un ritmo alarmante. En África, la mayoría de las especies están clasificadas ahora como "en peligro crítico" por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Estos colectores naturales de basura son envenenados deliberadamente por los cazadores furtivos que tratan de ocultar los cadáveres de los animales muertos. Se utilizan también comúnmente cebos envenenados para la captura de buitres destinados al comercio ilícito.
El comercio ilegal de buitres y otras aves rapaces está contribuyendo a su disminución. Algunas partes de sus cuerpos son objeto de gran demanda y se comercializan como carne de caza o para la medicina tradicional y la brujería. El comercio internacional de loros y otras especies de aves silvestres, como el Picozapato con parecidos de dinosaurio, o la grulla coronada cuelligrís están produciendo efectos devastadores en sus poblaciones. La mayoría de los loros y otras aves exóticas no sobreviven a la captura o el transporte. Para compensar esta mortalidad, los cazadores furtivos han intensificado considerablemente las capturas.
