Activistas de Chile, Mongolia, Estados Unidos, Islas Cook, Liberia y Macedonia del norte recibieron el máximo galardón ambiental por su liderazgo para preservar la biodiversidad en sus países y para frenar proyectos que atentan contra la naturaleza.
SAN FRANCISCO (EE.UU).- Acciones para frenar la construcción de hidroeléctricas que amenazan el caudal de importantes ríos, para detener la expansión de cultivos de palma de aceite en detrimento de los bosques y para preservar la biodiversidad fueron premiadas por la Fundación Medioambiental Goldman, que otorgó el Premio Medioambiental Goldman (Goldman Environmental Prize) de 2019, a 6 de los activistas medioambientales comunitarios más importantes del mundo.
Entregado anualmente a los héroes medioambientales de cada una de las seis regiones continentales habitadas del mundo, el Premio Goldman honra los logros y el liderazgo de los activistas medioambientales comunitarios que inspiran a tomar medidas para proteger nuestro planeta.
Este premio, creado en 1989 en San Francisco por los filántropos y los líderes cívicos Rhoda y Richard Goldman, ha repercutido de manera incalculable en el planeta, señalan sus organizadores, quienes recuerdan que hasta la fecha, el premio ha honrado a 194 ganadores de 89 países distintos y ha puesto sobre la agenda ambiental internacional algunos de los problemas más críticos que enfrenta la Tierra.
“Estoy muy conmovida e inspirada por estos seis pioneros del medioambiente”, indicó Susie Gelman, Presidenta de la Fundación Medioambiental Goldman. “Cada uno de ellos luchó de manera desinteresada para detener la injusticia, se convirtió en líder en un momento en el que el liderazgo era crucial y venció a adversarios poderosos que hubieran profanado nuestro planeta. Estos son seis seres humanos normales, y a la vez extraordinarios, que nos recuerdan que todos tenemos un papel en la tarea de proteger la Tierra”.
Los ganadores recibieron el premio en una ceremonia llevada a cabo en la San Francisco Opera House el pasado 29 de abril; posteriomente, el miércoles 1 de mayo se realizó una ceremonia en la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos en Washington D. C.
Los ganadores de este año son los siguientes:
BAYARJARGAL AGVAANTSEREN, Mongolia
Bayarjargal Agvaantseren ayudó a crear la Reserva Natural Tost Tosonbumba de 1,8 millones de acres en la parte sur del desierto de Gobi, un hábitat crucial para el leopardo de las nieves, y convenció al gobierno mongol para que prohibiera la explotación minera dentro de la reserva.
ALFRED BROWNELL, Liberia
Bajo amenazas de violencia, el abogado medioambientalista, Alfred Brownell, detuvo la tala de los bosques tropicales de Liberia para la plantación de palma aceitera. Su campaña protegió 513 500 acres de bosque nativo que constituye uno de los focos de biodiversidad más importantes del mundo. Vive exiliado temporalmente en los Estados Unidos para poder proteger su seguridad.
ANA COLOVIC LESOSKA, Macedonia del Norte
Ana Colovic Lesoska dirigió una campaña de siete años para suspender la financiación internacional para el plan de construcción de dos enormes centrales hidroeléctricas dentro del Parque Nacional Mavrovo en Macedonia del Norte. Gracias a esto, fue posible proteger el hábitat de lince balcánico que está prácticamente extinto.
ALBERTO CURAMIL, Chile
Alberto Curamil dirigió a su comunidad mapuche para detener la construcción de dos proyectos hidroeléctricos en el sagrado río Cautín de Chile. Estos proyectos habrían desviado millones de galones de agua todos los días, dañando un ecosistema crucial y agravando las condiciones de sequía. Curamil fue arrestado en 2018 y todavía permanece en prisión. Sus colegas consideran que lo atacaron a causa de su activismo.
JACQUELINE EVANS, Islas Cook
Jacqueline Evans lideró una campaña de cinco años para proteger la maravillosa biodiversidad marina de las Islas Cook. Gracias a su tenaz organización, las Islas Cook promulgaron nuevas leyes (Marae Moana) para administrar y conservar las 763 000 millas cuadradas de territorio oceánico del país y así declarar áreas marinas protegidas alrededor de las quince islas.
LINDA GARCIA, Estados Unidos
Linda Garcia organizó a los ciudadanos locales para detener la construcción de la terminal de exportación petrolera Tesoro Savage en Vancouver, Washington. Al detener la construcción de la terminal petrolera más grande de Norteamérica, García frenó el flujo de 11 millones de galones de petróleo crudo por día desde Dakota del Norte hacia Washington.