La organización ambientalista World Animal Protection (WAP) hace un llamado a las grandes cadenas de comidas rápidas a comprar pollos y cerdos criados en granjas en condiciones de bienestar.
COSTA RICA.- Los pollos que crecen en granjas de producción intensiva no experimentan el comportamiento normal de un pollo corriendo libremente por el campo, picoteando y estirando sus alas.
Por medio de los métodos de crianza intensiva, un pollo vivirá menos de seis semanas antes de ser sacrificado. Producto de la selección genética, crecen tan rápido que sus huesos, corazón y pulmones no pueden mantener el ritmo. Se ponen en cuclillas en lechos sucios, porque sus patas les duelen o están deformes. También son comunes las muertes por ataques al corazón o los corazones hinchados que no pueden suministrar suficiente oxígeno a sus músculos del pecho.
Los pollos producidos intensivamente son mantenidos en un cobertizo o galpón iluminado artificialmente en los que se alojan alrededor de 20.000-30.000 aves. "Esto significa que nuestro pollo asado típico del domingo tendrá más espacio en el horno cuando está muerto que el que tuvo para vivir al ser criado en un cobertizo industrial", comentan los actividades de World Animal Protection.
En muchos de estos galpones no hay luz natural, ni espacio para rascar, picotear o estirar sus alas. Los pollos la mayoría del tiempo van a estar sentados en sus propias heces y sufrir quemaduras de amoniaco de hacerlo.
Un pollo de engorde en sistemas industriales de crianza intensiva es un producto natural, creado para que ya no sea reconocible como un pollo criado de forma natural. Se le oculta de la vista y no tiene una vida digna de ser vivida antes de convertirse en carne en su platos, sostienen los voceros de WAP.
No estamos abogando para que no consuma pollo. Es, después de todo, una de las carnes más populares del mundo. Lo que estamos pidiendo es que te intereses por el origen del pollo que está en tu plato, asegunan.
Los pollos son animales antes de convertirse en carne, y deberían tener una vida digna de ser vivida, pero miles de millones de ellos no la tienen.
El pollo que comes –ya sea que esté hecho con hierbas y especias secretas, salteado, en una hamburguesa o en una apetitosa ensalada– ¿fue producido humanamente?
Nuestra nueva campaña te ayudará a comprender mejor los temas, para que puedas tomar una decisión informada acerca de lo que estás comiendo y pronunciarte con respecto a los miles de millones de pollos de carne que sufren en secreto en todo el mundo, observan en una campaña en la que invitan a sumar firmas para que las grandes compañías de comidas rápidas elijan como sus proveedores a granjas donde se les brinde bienestar a los animales de levante.