Madrid, marzo 24 de 2011.- La falta de un tratamiento de las aguas residuales en los países emergentes ha contribuido a la contaminación de los recursos hídricos subterráneos y superficiales, calculándose que cada día más de dos millones de toneladas de desperdicios se eliminan tirándolos a cauces de agua natural.
Según datos del programa “Aguas y Ciudades” de Naciones Unidas, alrededor de estos ríos contaminados viven más de 800 millones de personas en tugurios, sin servicios básicos ni saneamiento adecuados, expuestos a altos índices de contaminación por productos químicos y riesgo de enfermedades contagiosas.
Por eso bajo el lema “Agua para las ciudades: respondiendo al desafío urbano” la ONU celebró el Día Mundial del Agua 2011 con el objetivo de prevenir sobre el impacto del crecimiento de la población, el saneamiento en las zonas urbanas, el aumento de la contaminación por los vertidos industriales y la sobreexplotación de los recursos hídricos disponibles.
Actualmente, mil 100 millones de personas carecen de instalaciones necesarias para abastecerse de agua y dos mil 400 millones no tienen acceso a sistemas de saneamiento.
Ante esta situación, la ONU alerta de la necesidad de “una acción urgente” que mejore la calidad del agua ya que “las ciudades no pueden considerarse sostenibles ni contribuir al equilibrio ecológico si no garantizan un acceso seguro al agua potable y un saneamiento adecuado”.
En el África subsahariana, por ejemplo, sólo 44 por ciento de la población urbana utiliza un saneamiento mejorado y sólo 35 por ciento tiene acceso a agua corriente en su hogar.
La relación causa y efecto entre pobreza y enfermedad o entre agua y saneamiento insuficientes ha puesto de manifiesto que los países que no disponen de un suministro de agua suficiente son los más pobres.
Por el contrario, si el abastecimiento de agua y el saneamiento básico fueran ampliados a aquellos que no conocen esos servicios, se estima que la carga de las diarreas infecciosas y enfermedades se reducirían en 17 por ciento anual, ya que 3.1 por ciento de las muertes en el mundo están causadas por agua contaminada y falta de higiene.
Organizaciones internacionales contra la pobreza infantil destacan que la existencia de agua potable en una comunidad influye en aspectos como la educación y la igualdad de género, todos ellos relacionados con los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM).
Sí no se consigue reducir a la mitad el número de personas que no tienen acceso al agua potable o a un adecuado servicio de saneamiento “una meta recogida en el Séptimo ODM” cinco de los otros siete objetivos restantes no pueden cumplirse plenamente.