Miami, Marzo 5 de 2012.- Las autoridades reportaron hasta ahora unas 30 personas muertas en los estados de Kentucky, Indiana, Ohio y Alabama, después de que regiones del medio oeste y el sur del país amanecieron abatidas por las intensas lluvias y todavía bajo amenaza de tornados.
Según informó la agencia de noticias VOA, la secretaria de Seguridad Nacional, Janel Napolitano, envió mensajes de condolencia por las pérdidas humanas y ofreciéndoles apoyo federal a los gobernadores de Alabama, Indiana, Kansas, Kentucky, Missouri, Ohio y Tennessee.
Entre tanto, la agencia federal para el manejo de situaciones de emergencia (FEMA, por sus siglas en inglés) mantiene disponibles artículos de primera necesidad, incluidos millones de litros de agua potable y raciones de comida, así como miles de mantas, accesibles en centros de distribución ubicados a lo largo y ancho del país.
Ayuda humanitaria
Según un comunicado difundido por Napolitano, ayer estaban en camino más de 98 mil raciones de comida y 146 mil litros de agua hacia una base de apoyo cerca de todas las zonas afectadas, establecida en Kentucky en coordinación con el Departamento de Defensa.
Los potentes torbellinos destruyeron gran parte de la ciudad de Henryville, en Indiana, donde destrozaron hogares e hicieron volar vehículos por el aire como si fueran de juguete. Según reportes, la ciudad de Marysville, en ese estado, ya no existe.
También se informó de cuantiosos daños cerca de Louisville, en Kentucky, que fue batida por un tornado la noche del viernes, y de daños materiales y algunos heridos a causa de las tormentas en el sur de Alabama.
Otra serie de tornados azotaron la parte central del estado de Tennessee, después de que otra ola de torbellinos provocaron el miércoles la muerte a 13 personas en la zona norte-centro del país.
El devastador sistema de tormentas azotó previamente varias ciudades en los estados de Illinois, Missouri y Tennessee, y desencadenó numerosos tornados en Kansas y Kentucky.
También fueron emitidos avisos de tornados para partes del estado de Georgia y el norte de Florida.
El año pasado, uno de los peores de todos los tiempos, los tornados ocasionaron la muerte a 545 personas en Estados Unidos, según estadísticas del Servicio Meteorológico Nacional.