Una especie de submarino, dotado con sofisticados equipos especializados, levantará mapas de la zona donde se detectó el epicentro del terremoto ocurrido el año pasado en Japón, con el fin de entender el mecanismo de los sismos y tsunamis, susceptibles de reproducirse, informó la prensa internacional.
La importante misión empieza cuando Japón se dispone a rendir homenaje a las víctimas del desastre histórico ocurrido el 11 de marzo de 2011. El aparato utilizado, de 5,5 metros de eslora, parece un submarino de pequeñas dimensiones y está dotado con sonares multihaz.
El barco desde el que se lanza el vehículo autónomo está equipado con ecosondeadores y permitirá levantar varios mapas de las profundidades submarinas cerca de la fosa de Japón que bordea la isla principal de Honshu.
El epicentro del sismo estaba situado en el Pacífico, a unos 130 kilómetros de las costas de Honshu, donde la placa tectónica oceánica se desliza debajo de la plaza euroasiana que sostiene a Japón.
La misión también recogerá muestras de sedimentos de la región de la fosa, con la esperanza de realizar estimaciones de la posibilidad de nuevos temblores fuertes.
"Las previsiones de terremotos son extremadamente difíciles con las tecnologías y los datos actuales", recuerda Shuichi Kodaira, del Instituto de Investigación sobre la Evolución de la Tierra en la Agencia japonesa de Tecnologías Marinas y Terrestres. "Pero lo que podemos hacer sin embargo es intentar entender la historia y la recurrencia de los grandes terremotos en la fosa de Japón utilizando datos de esta expedición y otras anteriores", añade.