En desarrollo de la quinta expedición en el río Meta, se recopiló información para determinar la población, genética y estado de salud de esta especie, comúnmente conocida como tonina (Inia geoffrensis humboldtiana).
PUERTO CARREÑO (Vichada).- Luego de navegar durante 8 días por el río Meta, en un trayecto de aproximadamente 624 kilómetros, desde Puerto Carreño (Vichada) hasta Puerto Gaitán (Meta), un equipo interdisciplinario liderado por el director de la fundación Omacha, Fernando Trujillo, busca determinar el estado de salud de las toninas o delfines rosados y si las poblaciones de esta especie se mantienen o han venido decreciendo, que es el temor más generalizado.
“Los resultados preliminares dan cuenta de 162 toninas registradas, lo que representa una tasa de encuentro o densidad baja comparada con otras regiones. De todas formas, vamos a analizar la estimación de abundancia y tendencias poblacionales, que esperamos estén listos en las próximas semanas”, señaló el doctor Trujillo.
Estos resultados serán comparados con los obtenidos en el mismo río por cuatro expediciones de estimación de abundancia de toninas en 2006, 2009, 2012 y 2018, para analizar si las poblaciones permanecen estables o si han disminuido o aumentado.
“El informe de Planeta Vivo 2022 de WWF menciona que las poblaciones de delfines de río de Suramérica están declinando, en la mayor parte de sus áreas de distribución. En el artículo Density and Abundance Estimation of Amazonian River Dolphins: Understanding Population Size Variability se mostraba una tendencia negativa en todos los ríos, con excepción del Meta, que mostraba una tendencia positiva de crecimiento poblacional a lo largo de los últimos años, recordó el director científico de Omacha.
“Este nuevo conteo que hicimos puede cambiar esa tendencia positiva y mostrar una negativa, pero aquí tenemos que ser cuidadosos con la interpretación, porque si bien tratamos de hacer las expediciones en la misma época climática, en esta ocasión, las fuertes lluvias en los Andes por el fenómeno de La Niña llevaron a que los niveles del río Meta estuvieran más altos”, aclaró.
Y agregó que la expedición navegó por el cauce principal del río, pero no por los canales laterales, en donde también hay delfines. “Con el grupo de aves y de peces y algunas salidas en lancha, registramos grupos de 7 y 9 delfines en pequeñas confluencias, en pequeños canales. Por ello, tenemos que ser cuidadosos con los resultados de este último conteo”, subrayó.
Además de la fundación Omacha, la Expedición Binacional Toninas del Meta – 2022, en la que también se realizó un inventario de aves y peces de esta importante vía fluvial que es frontera entre Colombia y Venezuela, fue liderada por WWF Colombia y Whitley Fund for Nature.
El recorrido inició el 21 de noviembre, en Puerto Carreño (Vichada) y finalizó el 2 de diciembre, en Puerto Gaitán (Meta).
Para determinar el estado de salud de las toninas investigadores liderados por el director científico de la Fundación Omacha, Fernando Trujillo, y la médica veterinaria María Jimena Valderrama, tomaron muestras de tejido y sangre a seis toninas hembras del río Orinoco, con el fin de evaluar parámetros de hematología, bioquímica sanguínea, genética y concentración de mercurio.
Se espera que los resultados de las pruebas de genética aporten datos para validar la hipótesis que sugiere que la especie de toninas de la cuenca del Orinoco Inia geoffrensis humboldtiana es diferente a la especie de la cuenca Amazonas Inia geoffrensis geoffrensis.
La palabra tonina es el nombre común que le dan los llaneros colombo-venezolanos a los delfines de río. Proviene de la palabra castellana “toñina”, nombre que los conquistadores españoles usaban para referirse a los delfines marinos, creyendo erróneamente que entraban por el Océano Atlántico al río Orinoco y sus tributarios.
Alta riqueza en peces
En Colombia, la cuenca del Orinoco es una de las áreas en donde mayores esfuerzos de muestreo de peces se han realizado y actualmente se registran 658 especies, siendo la segunda cuenca nacional con mayor riqueza. Su red hídrica presenta una diversidad de características geológicas, fisiográficas, climáticas y fisicoquímicas que han generado las condiciones propicias para ello.
Un componente principal de esta red hídrica son los ríos de origen andino, en Venezuela y Colombia, siendo la cuenca del río Meta la que mayor área posee: 10.830.440 hectáreas. Para el 2016, este río alcanzó un registro de 577 especies de peces.
El río Meta nace en la cordillera Oriental y en la primera parte de su recorrido se conoce como río Metica, conformado por el caño Camoa y el río Guamal. A partir de la confluencia con el río Humea, se le llama río Meta, el cual recorre 1.250 km hasta su desembocadura en el Orinoco.
En Colombia, la cuenca tiene una extensión de 9.704.040 ha. Se caracteriza por sus ríos de aguas blancas, con alto contenido de sedimentos proveniente de los Andes orientales. Este río atraviesa ecosistemas como páramos, bosques húmedos andinos, sabanas inundables y bosques de galería inundables.
En esta expedición, los doctores Francisco Villa y Cristhian Conde, de la Universidad del Tolima, muestrearon los peces en 18 estaciones ubicadas en playas, islas y caños del río, utilizando redes de fondo, de enmalle y de arrastre.
En su balance, el doctor Villa destacó que “la diversidad estuvo un poco más baja, debido a que el río tiene más caudal del esperado para este momento del año, posiblemente hemos colectado cerca de 150 especies”.
Chamicero y tiranuelo al vuelo
En el caso de las aves, la expedición realizó un inventario rápido a lo largo del recorrido por el río Meta y lograron registrar 155 especies de aves.
Según la Evaluación de la distribución y estado actual de los registros ornitológicos de los Llanos orientales de Colombia (2005), en la Orinoquia colombiana existen alrededor de 880 especies entre las vertientes andinas y los llanos de los departamentos de Arauca, Meta, Casanare y Vichada. Asimismo, el Informe sobre el estado de la biodiversidad en Colombia 2007-2008: piedemonte orinoquense, sabanas y bosques asociados al norte del río Guaviare registra 253 especies para la zona del bajo río Meta.
Para el doctor Luis Germán Naranjo, uno de los expedicionarios, aunque hay sitios bastante intervenidos y en un estado relativamente precario por la intensidad de la agricultura mecanizada, el balance de la expedición en materia de aves es positivo.
“Tuvimos hallazgos importantes. Además de las grandes bandadas de aves acuáticas y algunas otras especies propias de estos ecosistemas, avistamos al chamicero del Orinoco (Synallaxis beverlyae) y al tiranuelo coludo (Stigmatura napensis). Ambas son aves especialistas de islas, de las que se conoce muy poco. Solo un puñado de personas las han observado y no se tenía registro de ellas desde hacía casi 30 años”, precisó.
El doctor Naranjo y Javier Castiblanco, de WWF Colombia, junto con Camilo Orjuela, de Orinoco Tours, y Fernando Santiago, de Cormacarena, fueron los encargados de realizar este conteo.
Petróleo, agricultura y minería, grandes amenazas
Según el Reporte de salud de la cuenca del río Orinoco – Colombia 2016, las amenazas principales de la subcuenca del río Meta son la intensificación de la frontera pecuaria, la contaminación por vertimientos de centros urbanos e industria petrolera, la pérdida de hábitats naturales por minería y la expansión de la agricultura industrial, además del creciente conflicto por el uso del agua para todas las demandas mencionadas.
“Desde la perspectiva de lo que está pasando en el río Meta, la biodiversidad muestra una tendencia a la baja: la cantidad de chigüiros, venados o primates que se ve en el río fue menor, en esta ocasión. También se ven modificaciones grandes de hábitats, como extensos cultivos de arroz desde el río Cusiana hasta Puerto Gaitán, en ambas márgenes del río, las cuales pueden tener algunas implicaciones negativas si se está manejando agroquímicos o captando agua en grandes niveles.
Señaló además que se está reemplazando la vegetación natural riparia, lo que puede generar mayor erosión de las orillas, porque el arroz, a pesar de que está enraizado, no es lo mismo que los árboles.
Equipo binacional
La Expedición binacional toninas del Meta 2022 contó con la participación de profesionales del Ministerio del Poder Popular para el Ecosocialismo de Venezuela, la Fundación Nacional de Parques Zoológicos y Acuarios de este país (FUNPZA) y el Proyecto Sotalia.
Por Colombia, participaron el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de Colombia, la Corporación Autónoma Regional de la Orinoquia – Corporinoquia, la Corporación para el Desarrollo Sostenible del Área de Manejo Especial La Macarena – Cormacarena, la Fundación Neotropical Cuencas, la Universidad del Tolima, el Laboratorio de Ecología Molecular de Vertebrados Acuáticos de la Universidad de los Andes y Orinoco Tours.
Los resultados de esta expedición hacen parte de la implementación del Plan Estratégico de Sardi, el Plan de acción nacional para la conservación de los mamíferos acuáticos de Colombia 2022-2035, el Plan de acción para la conservación de los mamíferos acuáticos de Venezuela delfines de agua dulce, nutrias y manatíes 2017-2027, y dos planes de manejo regionales: el Plan de conservación del delfín de río o delfín rosado (Inia geoffrensis) para la jurisdicción de Corporinoquia y el Plan de manejo de los delfines de río en el área de jurisdicción de Cormacarena.
Como se recuerda, Sardi es la Iniciativa de Delfines de Río de Suramérica, una cooperación interinstitucional creada en 2017 que reúne a científicos de organizaciones de seis países, para el desarrollo de acciones de conservación como su nonbre lo indica, de los delfines río en Suramérica. Hacen parte de SARDI: Faunagua (Bolivia), Fundación Omacha (Colombia), Prodelphinus y Solinia (Perú), el Instituto Mamirauá y el Instituto Aqualie (Brasil), el Proyecto Sotalia y el Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (Venezuela). WWF participa en esta iniciativa a través de sus oficinas en Brasil, Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú.