La seguridad alimentaria del 80% de la población rural de América Latina depende de estas actividades. En la Filbo, presentan el libro que ofrece toda la informaciòn sobre el tema de Colombia, Venezuela y Guayana.
BOGOTA D.C.-La pesca y la caza de subsistencia (carne de monte) son fundamentales en los modos de vida y la supervivencia de muchas poblaciones alrededor del mundo, especialmente en la zona tropical y la población rural en áreas remotas, muchas de ellas con bajos ingresos.
En Colombia, 223 especies de vertebrados terrestres son objeto de consumo de caza de subsistencia y 315 especies de peces, también unas 30 especies de crustáceos y moluscos.
Estos son algunos de los datos que ofrece el libro “La caza y pesca de subsistencia en el norte de Suramérica. Parte I. Colombia, Venezuela y Guayana”, presentado el 22 de Abril, con ocasión de la celebración del Día de la Tierra, en la Feria Internacional del Libro en Bogotá, Filbo 2022.
El consumo de carne de monte garantiza la supervivencia de gran parte de la población rural del continente. Aunque es una práctica ancestral, se ha documentado muy poco por lo cual ha pasado desapercibida. Lo cierto es que el consumo de proteína de comunidades, principalmente indígenas, afrodescendientes y en menor medida campesinas, proviene de la pesca y caza de subsistencia, la recolección de invertebrados y el aprovechamiento de productos forestales no maderables como hojas, frutos y raíces.
Desde el armadillo hasta el marsupial
Se calcula que en Colombia, 223 especies de fauna hacen parte del menú. De acuerdo con la más reciente publicación de la serie Fauna Silvestre Neotropical del Instituto Humboldt, “La caza y pesca de subsistencia en el norte de Suramérica. Parte I. Colombia, Venezuela y Guayana” , 10 especies corresponden a anfibios, 37 a reptiles, 96 a aves y 80 a mamíferos. Algunas de las especies que se consumen en regiones del país como Amazonas, Orinoco, Caribe, Pacífico y Andes son el el armadillo o cachicamo (Dasypus novemcinctus), la boruga o lapa (Cuniculus paca), el cusumbo o coatí (Nasua nasua) y la chucha o rabipelado (Didelphis marsupialis).
En sus más de 500 páginas, la publicación hace un completo diagnóstico de las actividades de la caza y pesca de subsistencia bajo los conceptos y enfoques socioecosistémicos, que sin duda, aportarán a la toma de decisiones basadas en la ciencia a la hora de formular política públicas alrededor de la gestión y uso sostenible de estos recursos naturales.
Cabe destacar que además de actualizar la lista de especies de interés de caza de subsistencia, los investigadores hacen un análisis profundo del trasfondo cultural que complementan estas dos actividades.
De acuerdo con Carlos Lasso, autor principal de la publicación e investigador del Instituto Humboldt, “el aprovechamiento de la caza y pesca de subsistencia en esta región norte de Suramérica se constituye en un tema valioso y distintivo aporte para el desarrollo sostenible de nuestras comunidades ya que aborda, explora y visibiliza datos e informaciones que son una parte vital y trascendente de los modos de vida y la supervivencia de muchas poblaciones de esta región tropical y ecuatorial”, señaló.
Y es que hasta hace relativamente poco tiempo se empezó a tomar información del aporte proteico de la fauna silvestre a las comunidades y más recientemente a relacionar esta ingesta proteica con la seguridad alimentaria. Tampoco se ha calculado o mostrado el ahorro que estas actividades significan a los Estados, en gastos sociales derivados de no asumir subsidios alimentarios para la población de bajos recursos o de áreas remotas.
Según la publicación, los cambios acelerados en los últimos cincuenta años a consecuencia de la deforestación, el calentamiento global y la sobreexplotación de los recursos, entre otras razones, nos hacen mirar hacia atrás y darnos cuenta de cómo la biodiversidad y su uso sostenible son la clave de nuestra supervivencia.
Finalmente, se hace un llamado a visibilizar el valor que tienen los recursos naturales y silvestres en el trasfondo de nuestras vidas y de las poblaciones locales para lograr cambios transformativos en la relación con la naturaleza.
“La caza y pesca de subsistencia en el norte de Suramérica. Parte I. Colombia, Venezuela y Guayana” es el resultado colaborativo de 36 instituciones (organizaciones gubernamentales, universidades, institutos de investigación, ONG’s) y 59 investigadores.
Los prólogos de la publicación estuvieron a cargo de Brigitte Baptiste y Carlos Castaño- Uribe. Algunos apartes:
“... Se trata de una obra documental fascinante y práctica que pone sobre la palestra una discusión que deberíamos abordar con mayor responsabilidad dentro de las políticas públicas de la región y sobre la forma ética y apropiada de entender nuestro papel a nivel planetario y a nivel nacional, regional y local, respecto del papel de los recursos y la subsistencia y el papel de la fauna en esta ecuación delicada de la pervivencia de los “unos y otros”, todo lo cual se constituye en un referente y un paradigma al tiempo”, menciona Carlos Castaño
“… Un comentario hacia la noción de subsistencia, que pareciera convertirse en un refugio vergonzoso en tiempos modernos para una actividad profundamente vital y central del goce de la biodiversidad y la diversidad cultural, acopladas. Porque más que subsistir, quienes aún poseen y demuestran su profundo conocimiento ecológico al acceder a su riqueza, sin destruirla, han demostrado capacidades superlativas de gestión del territorio y de sus propias pasiones”, apunta por su parte, Brigitte Baptiste