En la Expedición Orinoco, financiada por Whitley Fund for Nature y liderada por Fernando Trujillo, director científico de la Fundación Omacha, se registraron 176 delfines de río -también conocidos en la región como toninas- y 7 grupos de nutrias gigantes, además de 130 especies de peces y 202 de aves.
PUERTO CARREÑO (Vichada).- Luego de un recorrido de 10 días por el río Orinoco y sus afluentes colombianos -ríos Vichada, Inírida y el caño Frutas, ubicado en la Selva de Matavén, expedicionarios de la Fundación Omacha, Whitley Fund for Nature y WWF Colombia, dieron cuenta de la rica biodiversidad que alberga esta región y, en particular, de las poblaciones de delines de río.
En esta Expedición, se registraron 176 delfines rosados, en los recorridos por el río Orinoco y sus afluentes colombianos, los ríos Vichada, Inírida y el caño Frutas, ubicado en la Selva de Matavén. En los resultados de la primera Expedición por la ruta de Humboldt, en el año 2019, se registraron 133 delfines rosados a través de los conteos directos: 71 delfines en el río Orinoco, dos en el río Atabapo, tres en el río Vichada, 14 en Caño Bocón y 43 en río Inírida, siendo la mayoría de los delfines observados adultos, según la Fundación Omacha.
El biólogo Fernando Trujillo recuerda que durante la primera expedición, en 2019, registraron cuatro guarderías de delfines rosados, es decir, remansos del río donde los delfines interactúan y resguardan a sus crías”. En ese sentido, menciona que en la expedición realizada a finales de enero de este año, registraron igualmente crías de delfines rosados en varios sitios. Precisamente en el río Inírida, frente a la comunidad de La Ceiba se acercaron a un grupo de delfines, entre los que se encontraban varías crías, y terminaron nadando con ellas, ante la mirada atónita de uno de los habitantes de la zona, pues aprendieron de los abuelos que en ese lugar no se puede entrar porque hay un caimán muy grande.
“El objetivo central de estas expediciones es evaluar las condiciones en las que se encuentran los delfines, y ver el efecto del cambio climático y el estrés hídrico en sus poblaciones”, afirma el director científico de Omacha y agrega que por esta razón "haremos otras expediciones en la región de la Orinoquia, probablemente en el río Arauca, el Meta o el río Uva. Este último río puede ser muy interesante, fluye de forma paralela al río Guaviare y es visitado por muchos pescadores deportivos, quienes están viendo muchas nutrias, delfines de río… mucha biodiversidad.”
Registros de nutrias gigantes y aves, y estudio de peces
Además del conteo de delfines rosados, el equipo de investigadores llevó a cabo otros registros. Luis Germán Naranjo, director de Conservación de WWF Colombia, fue uno de los investigadores participantes y expresa: “En total obtuve confirmación visual o auditiva de 202 especies de aves, algunas de ellas restringidas en Colombia a la zona visitada, como la guacharaca variable, el colibrí ermitaño orinocense, o el tiranuelo pantanero.” Estos registros están publicados en la plataforma ebird.org (https://ebird.org/colombia/tripreport/35587).
Para el estudio de peces, a la Expedición se unieron los investigadores Juan Gabriel Albornoz, del Instituto Alexander von Humboldt, y Alejandro Méndez, de la Universidad del Tolima. En el muestreo, se registraron aproximadamente 130 especies de peces y Juan Gabriel destaca que: “Durante la Expedición, tuvimos dos hallazgos para resaltar. El primero, un pequeño bagre, por así decirlo ‘enano’ que sospechamos que sea del género Cetopsidium, el cual es poco frecuente en colectas y en colecciones, y tuvimos una pequeña sardina, del género Thrissobrycon, que es un pez aún más extraño en colecciones, y de la cual tenemos una buena serie de ejemplares recolectados y que harán parte de las colecciones de peces de la Universidad del Tolima y el Instituto Humboldt.” Adicionalmente, durante la expedición y a través de colectas en algunas estaciones sobre el río Vichada, se logró incrementar su conocimiento, debido a que cuenta con pocos estudios de su ictiofauna y además es la cuenca menos muestreada en la Orinoquia colombiana.
Finalmente, los expedicionarios lograron registrar siete grupos de nutrias gigantes (Pteronura brasiliensis), en donde contaron 17 individuos. Las nutrias gigantes conforman grupos familiares compuestos por una hembra y un macho, ambos adultos, y sus crías. En la Orinoquia colombiana, se registra la presencia de las nutrias gigantes en tributarios y humedales especialmente durante la época de aguas altas (junio-agosto), y cerca de las confluencias y en los ríos principales durante las aguas bajas (enero-abril). Esta especie está amenazada a nivel global.
Esta expedición terminó el 31 de enero, cuando el grupo de expedicionarios llegó hasta los Cerros de Mavicure, en el sitio Ramsar Estrella Fluvial Inírida (EFI), para participar en la presentación del Plan de Manejo Ambiental (PMA) del sitio Ramsar Estrella Fluvial Inírida, en la celebración del Día Mundial de los Humedales, celebrado el pasado 2 de febrero en Inírida. “En este último tramo de la Expedición contamos con la participación de vigías locales del sitio Ramsar EFI y fuimos bien acogidos por la comunidad de La Ceiba”, resalta María Jimena Valderrama.
El grupo de expedicionarios estuvo conformado por Luis Germán Naranjo - Director de Conservación de WWF Colombia, Juan Gabriel Albornoz del IAvH, Alejandro Méndez de la Universidad del Tolima, Gabrielle Mariocay, estudiante de la Universidad de los Andes; José Rangel, pescador local y, finalmente, el equipo de profesionales de la Fundación Omacha: Fernando Trujillo, director científico; Mónica Paez, investigadora; Nicole Franco, ingeniera geógrafa ambiental y especialista SIG, María Jimena Valderrama, médica veterinaria y analista ambiental; y Federico Mosquera Guerra, biólogo e investigador asociado de la Fundación Omacha y del Laboratorio de Ecología Funcional de la Universidad Javeriana.
Esta expedición recorrió parte del mismo trayecto que navegó Alexander von Humboldt (geógrafo, astrónomo, humanista, naturalista y explorador prusiano [1769-1859]) junto a Aimé Goujand Bonpland (naturalista, médico y botánico francés [1773-1858]), en el año 1800, cuando los dos expedicionarios se embarcaron desde la desembocadura del río Apure en el río Orinoco (Venezuela) y remontaron este último río, pasando los célebres raudales de Maipures y Atures, hasta la boca de río Guaviare.