Al hacer un análisis crítico frente a los procesos para otorgarles licencias ambientales a los proyectos hidroeléctricos del país, sociólga de la Universidad Nacional encuentra que la participación que se les da a las comunidades afectadas es mínima.
BOGOTÁ D.C.- Los procesos de participación actuales para el otorgamiento de licencias ambientales a proyectos de hidroeléctricas en Colombia se reducen a socializar la información, pero no hay un verdadero ejercicio de construcción colectiva con participación social ni estudios de impacto ambiental, lo que está generando y agudizando la movilización de los conflictos socioambientales, además de unos problemas mucho más amplios frente a la gobernanza ambiental en los territorios, especialmente del recurso hídrico.
Este panorama fue observado por la socióloga Claudia Patricia Romero Barreiro, magíster en Geografía de la Universidad Nacional, quien advierte que en los procesos para otorgarles licencias a proyectos a gran escala se presentan vacíos en la participación de los actores que forman parte del territorio que se impactará.
“Se identifican vacíos frente a los procesos que consideren la participación social de los diferentes actores de un territorio para tomar una decisión frente al licenciamiento ambiental, que es determinante o incide de manera directa en la planificación ambiental y territorial”, le dijo la magíster Romero a la Agencia de Noticias de la Universidad.
En el estudio, dirigido por la profesora Nohora León Rodríguez, de la UNAL Sede Bogotá, después de evaluar la delimitación de las áreas de influencia y la zonificación ambiental que se les dan a estos proyectos, se propone mantener un enfoque relacional desde la geografía económica y ambiental, que reconozca las dinámicas territoriales y la relación sinérgica y acumulativa que tienen los impactos ambientales.
Esto contribuye significativamente a un análisis de la viabilidad y la sustentabilidad de los proyectos hidroeléctricos desde un proceso de licenciamiento ambiental.
Lo anterior porque hoy se definen los impactos ambientales como si fueran una fotografía (instantáneos), y no un proceso relacional, sinérgico y acumulativo.
“Parece que se hiciera una extracción, un corte de territorio al momento de hacer un análisis dentro de un estudio de impacto ambiental, y en la vida real eso no es así, sino que realmente sigue generando unos procesos relacionales ecosistémicos, ambientales y sociales”, sostiene la socióloga Romero.
Participación actual, un espejismo
Teniendo en cuenta las problemáticas mencionadas, la investigadora propone una manera de hacer este análisis social para generar procesos de participación en el licenciamiento ambiental.
La propuesta abarca categorías importantes a tener en cuenta, entre ellas: cambio climático, disponibilidad del agua, diversidad biológica, servicios ecosistémicos, riesgo geotécnico, calidad de vida, tenencia de la tierra rural, diversificación de la actividad productiva y gestión pública municipal.
Las categorías de patrimonio cultural e implementación del Acuerdo de Paz también se deben incluir, pues la investigación identificó una alta concentración del desarrollo de hidroeléctricas en territorios rurales, especialmente en la cuenca del Magdalena y del Cauca, donde se concentra la mayor parte de la población colombiana.
En esos extensos territorios rurales también es donde se han tenido los mayores impactos del conflicto armado, aspectos que tampoco se consideran para adelantar estos macroproyectos.
Categorías de análisis
Lo primero que se hizo en este estudio fue establecer unas categorías de análisis desde la perspectiva geográfica, para definir unas variables. Luego se estudiaron los lineamientos que establecen las autoridades ambientales para identificar dos temas centrales dentro del proceso de construcción de los estudios de impacto ambiental: uno es la definición o delimitación de las áreas de influencia, y el otro es el proceso de zonificación ambiental, considerada como una forma de ordenar el territorio.
Después se sugieren unas categorías de análisis como criterios para la zonificación ambiental dentro de un espacio geográfico, a través de un análisis relacional entre la realidad ecológica y la realidad social. Y dentro de estas categorías se definen unas variables espacializables que permiten hacer un análisis social y espacial multicriterio, que es la propuesta central a la que llega la tesis.
Entre las consideraciones finales de este trabajo, la socióloga Romero señala que en el país se deben tener en cuenta los cambios en el tipo de producción hidroenergética.
“Se debe pasar de las grandes centrales con embalse a proyectos más pequeños y alternativos de generación energética, que se desarrollen a una escala más local y regional, atendiendo las necesidades de abastecimiento de manera más sustentable”, concluye.