Ejemplares de esta especie endémica del altiplano cundiboyacense fueron colectados en el caudal del río Arzobispo, a la Altura del Parque Nacional, en Bogotá. (Fotos: Instituto Humboldt)
BOGOTÁ D.C.- En una inusual jornada de colecta en Bogotá, realizada a comienzos de agosto, por el equipo de investigadores de la Colección de Peces de Agua Dulce del Instituto Alexander von Humboldt, se hallaron ejemplares del diminuto bagre endémico conocido como capitanejo, Trichomycterus bogotensis, en el mismo sitio donde se le halló hace 117 años cuando fue descrito.
La colecta de este bagre descrito para la localidad de Chapinero, primo del pez ciego cavernícola de Santandery endémico de las quebradas de aguas claras del altiplano Cundiboyacense, hizo parte de las actividades del proyecto Boyacá Bio, en cuyas expediciones fueron recolectados ejemplares asignados, tentativamente, a la misma especie por lo cual la certidumbre sobre el estatus taxonómico de las poblaciones boyacenses podrá corroborarse ahora con la disponibilidad de ejemplares y ADN del capitanejo.
Comprobar la persistencia de este pez, icónico en la ictiología nacional, al interior de la mayor urbe del país “nos brinda un panorama esperanzador y abre las puertas a nuevos retos para garantizar su supervivencia que, a la larga, se traducirá en una mejor calidad del ambiente que rodea a la ciudad de Bogotá”, comentó Carlos DoNascimiento, curador de la Colección de Peces de Agua Dulce del Instituto Humboldt.
Durante la jornada, se realizaron colectas adicionales en otros trechos del río Bogotá. En Sesquilé fueron recolectados ejemplares de la guapucha, Grundulus bogotensis, especie endémica del altiplano, una de las primeras descritas para Colombia, justamente, por Alexander von Humboldt en 1805.
Cabe resaltar que la robusta colección biológica del Instituto Humboldt, con sede en Villa de Leyva, garantiza la preservación idónea de los individuos colectados, su ADN, datos georreferenciados de los sitios de donde se extrajeron, fotografías de los ambientes y de los ejemplares vivos, convirtiendo esta biblioteca de la vida en un repositorio que revela los secretos del mundo natural y la memoria de los ecosistemas, como apoyo en temas de conocimiento y conservación de la biodiversidad.