Un estudio realizado a partir de fotografías de estos peces –tomadas en La Dorada, Barrancabermeja, Magangué, Nechí y Cicuco– encontró que las hembras presentan mayor cantidad de manchas melánicas que los machos.
BOGOTÁ D.C. (Por Agencia de Noticias U.N.) Nadya Libertad Chaves Aguilar, magíster en Ciencias Biológicas de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.), evaluó la variación entre bagres rayados según las manchas de los costados que caracterizan a esta especie (Pseudoplatystoma magdaleniatum), endémica de Colombia y que habita en la cuenca de los ríos Magdalena, Cauca y San Jorge.
La investigadora encontró que en este pez existe una diferencia entre la cantidad de manchas que poseen las hembras y los machos: “se presenta un dimorfismo sexual en el que las hembras poseen mayor cantidad de lunares (manchas redondas) y barras (manchas alargadas y verticales)”, explica.
Aunque estas manchas se repiten distintivamente en la especie, como un rasgo taxonómico, también pueden brindar información sobre el sexo y el lugar en el que es capturado el ejemplar, amplía.
En los cinco lugares en los que se tomaron las muestras –La Dorada y Barrancabermeja, en la cuenca media del río Magdalena; Magangué, en la cuenca baja; Nechí, en el río Cauca, y Cicuco, en el río San Jorge– se encontraron diferencias en cuanto a la cantidad de manchas.
“En Barrancabermeja y Nechí se encontraron los ejemplares con mayor cantidad de manchas en comparación con los demás sitios de estudio, mientras que en Magangué y Cicuco los resultados fueron muy similares”, asegura la investigadora Chaves.
Con este estudio se espera contribuir al control de la pesca y venta del bagre rayado del Magdalena, el cual ha estado ligado a una importante tradición gastronómica, por lo que históricamente ha sido sometido a una presión pesquera tan fuerte, que en 2014 el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible la incluyó en la lista de especies amenazadas del país, en la categoría de “peligro crítico”.
“La investigación está pensada hacia el manejo sostenible de la especie para hacer un seguimiento a los mercados”, sostiene la magíster, pues identificando el lugar de procedencia, la talla o el sexo a través de las manchas se puede obtener información importante para tomar decisiones a la hora de regularizar su aprovechamiento sostenible.
Automatizar el proceso
Actualmente la investigadora trabaja de la mano del profesor Francisco Gómez, del Departamento de Matemáticas de la U.N., y con otros dos estudiantes también de la Institución, para desarrollar un programa que analice y cuente las manchas del bagre rayado del Magdalena a través de técnicas de “visión machine”.
Según la investigadora, hasta el momento se han desarrollado los filtros para que el programa aísle el cuerpo del pez con el fin de evitar la interferencia que puede representar el contexto de la foto para el análisis, una situación parecida a la que se experimentó en el proceso manual.
Además se está llevando a cabo un análisis similar al realizado con el banco de fotos, para comparar los resultados obtenidos con la ayuda del programa y los que se recogieron manualmente, con el propósito de encontrar los errores que se puedan haber presentado en ambos procesos.