Mediante un tratamiento con levadura y melaza se logra la degradación natural de los residuos de piña un 67 % más rápido que cuando no son intervenidos.
PALMIRA.- Esta metodología fue desarrollada por Diego Giraldo, investigador de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.) Sede Palmira, para aprovechar los residuos del cultivo de piña y reducir el impacto ambiental de prácticas como las quemas o la remoción a través de tractor.
Su investigación, según el reporte de la Agencia de Noticias U.N., tuvo lugar en el municipio de Restrepo, en el Valle del Cauca, en donde se generan cerca de 75.000 toneladas de residuos de piña cada año.
La piña tiene dos ciclos productivos, luego de lo cual se suele remover con tractor todo el material vegetal para empezar a plantar de nuevo. Así, se va degradando la capa arable y se pierde la fertilidad del suelo, explica el ingeniero agrónomo.
Por ello, el primer paso que propone es el retiro manual de los residuos de la planta. Después, siguiendo su metodología, se tritura el material recogido para convertirlo en compost o abono orgánico.
“Muchos agricultores realizan quemas físicas o químicas para deshacerse de los residuos, afectando la microfauna del suelo, la idea es evitar esto con la reutilización del material para aportar nutrientes al cultivo”, asegura el investigador.
Buscando el compostaje más eficaz y rentable, se compararon cuatro tratamientos diferentes: en el primero se mezclaron los residuos con levadura, en el segundo con melaza, en el tercero con levadura y melaza y, en el último, solo con agua.
Cada tratamiento contaba con cuatro unidades experimentales, para un total de 16, las cuales permanecieron cubiertas en invernadero para contrastar su evolución en un escenario de condiciones ambientales controladas.
El tratamiento con melaza y levadura mostró los mejores resultados, al reducir en un 67 % el tiempo de degradación natural, alcanzando un índice satisfactorio en tan solo cuatro meses y facilitando su aprovechamiento para el cultivo.
De esta manera, el último paso es la aplicación del compost obtenido en el área sembrada.
Potenciales en los residuos
Para el investigador Giraldo, la metodología permite una reducción en los costos en la medida en que mejora la productividad del cultivo y reduce la dependencia hacia los fertilizantes.
“Cada vez que volvían a cultivar la piña, los agricultores en Restrepo llegaban incluso a duplicar la cantidad de fertilizantes que empleaban. Esto sin tener en cuenta que la planta tiene nutrientes en sus hojas, en sus tallos y en el mismo fruto que no fue cosechado, que pueden aportar al suelo para mejorar el rendimiento”, asegura.
Según explica, esta técnica permite que el propio agricultor minimice la erosión al reutilizar los residuos y evitar métodos de gran impacto en el suelo.
En algunas personas de la comunidad cercana al área de trabajo se despertó el interés de producir compost a partir de los residuos de piña con fines económicos, aseguró.
El 57.2% del área en el departamento del Valle del Cauca presenta algún grado de erosión y el 5.4% presenta niveles severos, de acuerdo con el Estudio nacional de la degradación de suelos por
erosión en Colombia, publicado en el 2015 por el Gobierno nacional y la Universidad de Ciencias Aplicadas y Ambientales (Udca).
Para el investigador Giraldo, esta situación tiene un potencial de riesgo mayor en el municipio de Restrepo, debido a la gran cantidad de tierra en zonas de ladera o pendiente, que presenta mayor vulnerabilidad frente a la erosión.
Según el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural (MADR), durante 2014 el cultivo de piña generó en Restrepo 9.600 toneladas de fruta, en 385 hectáreas sembradas. Ese año, el Valle del Cauca fue el segundo departamento del país en producción de piña, con 117.470 toneladas en 2.353 hectáreas sembradas.
