Ciudad de Panamá, 6 de septiembre de 2010.- Científicos de la Convención Interamericana para la Protección y la Conservación de las Tortugas Marinas (CIT) exhortaron a los países del mundo a abstenerse de comercializar el caparazón de la tortuga carey, dado que ésta se encuentra en estado crítico de desaparición.
La explotación de esta especie es mayor en Centroamérica y el Caribe, principalmente por parte de pobladores costeros y empresas turísticas para fabricar collares y otras artesanías que se venden a los turistas, lo que eleva la caza indiscriminada del animal.
"Pensamos que los mismos productos que se están utilizando del carey podrían ser hechos de algún otro tipo de materiales", señaló Verónica Cáceres secretaría del CIT.
De las seis especies de tortugas marinas que habitan en las aguas del continente americano (lora, canal o baula, cabezona, verde, Lepidochelys kempi y carey), todas están en peligro de extinción, pero en una situación más crítica se encuentran esta última, según los científicos.
La convención intentó, además, incorporar a Nicaragua y El Salvador y a países del Caribe insular como Cuba, Haití, República Dominicana y Trinidad y Tobago, para armonizar las políticas comunes en la región, que hagan más efectiva la protección de dichas especies.
La CIT se reconoció en 2001 como un tratado intergubernamental al que pertenecen Argentina, Antillas Holandesas, Belice, Brasil, Chile, Costa Rica, Ecuador, Estados Unidos, Guatemala, Honduras, Panamá, Perú, Uruguay, Venezuela y México.
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