Bogotá, junio 21 de 2011.- Aunque es una de las ciudades con menor población y menos sectores industrializados, dos estudios realizados por la UN en Manizales demuestran que la capital caldense posee índices de contaminación del aire muy elevados para su población: 430.389.
La lluvia ácida hace referencia a los gases que se forman en el aire por la combinación de vapores emitidos por fábricas o vehículos con la humedad y, dependiendo del grado de humedad que tenga una región, mayor podría ser el nivel de lluvia ácida.
Según las investigaciones realizadas en el Semillero sobre Calidad del Aire y dada a conocer por la agencia de medios de la U.N., la lluvia ácida en la ciudad presenta un pH de 5,3, menor al pH normal de la lluvia que es de 5,6, una situación preocupante porque es semejante al observado en Medellín, con un promedio de 5.5 en los últimos años.
Para Silvana Hernández Cortés, estudiante de Ingeniería Química e investigadora, “la importancia de investigar este fenómeno es consolidar una base de datos en la que se haga referencia a la calidad de aire en la ciudad, pero estudiada desde diferentes actores como pH, sustrato, nitrato y calcio”.
El material particulado es la acumulación de un sólido o un líquido en la atmósfera, por ejemplo la bruma o vapor emitido por un agente externo (fábricas) que se mezcla con fenómenos naturales como la neblina.
Los datos registrados de este contaminante en la capital de Caldas son de 30 microgramos de partículas al año, igual al de Pereira, una de las capitales con mayor incidencia vehicular e industrial del Eje Cafetero, y superior en 10 microgramos al establecido como límite por la Organización Mundial de la Salud (OMS), cuyas exigencias son de 20 microgramos anuales.
“El material particulado es un contaminante que la legislación colombiana ha calificado de alto criterio, y por ello todas las ciudades están obligadas a monitorearlo. Lo que hicimos acá en la Universidad fue hacer un seguimiento de cómo influyen las variables meteorológicas en la concentración del material particulado y vimos que la precipitación y la humedad tienen efectos en la reducción de la concentración, en tanto que la velocidad y la radiación solar influyen en la dispersión de estos contaminantes”, aseguró Andrés Mauricio Henao Ramírez, estudiante de Ingeniería Química e investigador del tema.
Para los dos procesos se instalaron estaciones de monitoreo en diferentes sectores de la ciudad como el campus Palogrande y el campus La Nubia de la Sede Manizales, el Liceo Isabel La Católica, el barrio Los Agustinos y la Gobernación de Caldas.