Los residuos plásticos en un área del norte del océano Pacífico se multiplicaron por cien en los últimos 40 años y provocaron cambios en la forma de vida de al menos un animal marino, según un estudio realizado por investigadores del Scripps Institution of Oceanography, en San Diego, California.
El estudio analiza los posibles efectos en una zona del océano llamada "Gran mancha de basura del Pacífico", un basurero oceánico con altas concentraciones de restos plásticos.
En el caso del Halobates sericeus, un insecto marino hemíptero que ha empezado a depositar sus huevos en la parte superior de trozos de plástico, además de hacerlo en restos naturales como conchas marinas, plumas de aves o maderas, como tradicionalmente siempre ha hecho. Este nuevo lugar donde pone sus huevos ha generado un incremento de las densidades de huevos de este insecto en puntos del Pacífico Norte.
El aumento poblacional de este insecto ha podido tener consecuencias para otros animales conectados con estos a través de la red trófica, como pueden ser los cangrejos que los cazan u otros insectos que también ponen huevos.
"Estamos viendo cambios en este insecto marino que pueden ser directamente atribuidos al plástico", advirtió la autora del informe, Miriam Goldstein.
La investigadora considera que la investigación "muestra un drástico aumento de plástico durante un período de tiempo relativamente corto y el efecto que tiene en un invertebrado común del Pacífico Norte".
El estudio habla de "una cantidad alarmante" de restos de basura generada por la especie humana en esta zona del Pacífico norte, situada en alta mar, en su mayoría fragmentos de plástico del tamaño de una uña que flotan a mar abierto a lo largo de miles de kilómetros, pero que son difíciles de ver a simple vista.
Este estudio complementa a otros del mismo equipo de investigadores sobre la situación de este vertedero oceánico y que apuntaron que uno de cada diez peces capturados en este área del Pacífico contiene plástico en su estómago.